Es difícil decir lo que quiero decir
es penoso negar lo que quiero negar

mejor no lo digo
mejor no lo niego.

Mario Benedetti. "EL PUSILÁNIME",
de "El olvido está lleno de memoria".

Mostrando entradas con la etiqueta AIRES DE BRASIL. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta AIRES DE BRASIL. Mostrar todas las entradas

jueves, 25 de septiembre de 2008

Eduardo como siempre

Siempre apareces cuando menos me lo espero. Cruzas la puerta y ya me estás mirando. ¿Cómo puede ser que de todos los bares, que de todas las personas, siempre sea yo la primera con la que te cruzas, la primera a la que te encuentras?
Y te abres camino siempre a la misma velocidad lenta, como de cuento. Siempre me dejas tiempo para pensar cómo voy a saludarte, en qué punto lo dejamos la vez anterior. Y nunca es tiempo suficiente. Hay cosas que me costaría toda una vida averiguar. Tú, y esto, es una de ellas.

Ya sea por ti y tus amigos, ya sea por mí y las mías, apenas me miraste, apenas te miré. Sólo de reojo. Sólo para probarte. Sólo para probar qué tanto de verdad hay en lo que me dices, y en lo que no me dices y te callas, y en lo que aún no sabes y en lo que yo aún no sé.

Creía que esto estaba controlado. Creía que no eras nada. Creía que con esfuerzo y dedicación podría conseguir que no fueras nada. Y me descubro herida en mi orgullo porque no me tocaste anoche, porque no era yo tu máxima prioridad. Y así debe de ser. Y así tienen que seguir las cosas.

Pero no lo puedo evitar. Esa actitud tuya hace, como siempre, que te desee más y más.
Y más,
y más.

Y más....

lunes, 22 de septiembre de 2008

Aires de Brasil II

Que un clavo saca otro clavo. Que un cuerpo cura las heridas que causó otro cuerpo. Eso dicen.
Lo cierto es que no busco clavo que saque clavo, ni cuerpo que cure cuerpo. La compañía que me das, la forma en que me acaricias, tus besos de agua. No quiero ponerles nombre, no quiero etiquetarlos. No quiero interpretar tus mensajes cifrados, ni pensar en que será de nosotros cuando el tiempo expire y haya que decir adiós.
No quiero castillos en el aire, no quiero prisas, no quiero hijos, no quiero más mentiras. Ya no más de eso. Guárdate los te quiero para más adelante, por favor. Aún no quiero oirlos.

Limítate a apurar conmigo las cervezas, a hacerme sentir inteligente, a hacerme sentir guapa. Limítate a hacer sólo lo que hasta ahora vienes haciendo, que las horas, y los días, y las noches, harán el resto....

sábado, 13 de septiembre de 2008

Aires de Brasil...

Te vi llegar hacia mí entre la gente. Viniste directo a hablarme, trayendo contigo los vientos del lugar exótico de donde procedes. Y ya no nos separamos hasta que me tuve que ir, hasta que por fin me pediste un beso, hasta que tuve que apartarme para mover cielo y tierra buscando un boli y un papel con el que escribirte mi teléfono.

Y volviste a besarme, haciendo que me diera cuenta de que empezaba a estar curada. Y crucé la puerta de aquel bar pidiéndote con los ojos, con las manos, con la voz ilusionada, qu me llamaras. Que me llamaras.

Pero mañana ya es hoy, y no me has llamado.
Quizá perdiste el papel.
Quizá me llames un día de estos.
Quizá sólo hayas sido uno más.

Pero aún así, muchísimas, muchísimas gracias.....