El viento soplará en tu pelo abriéndote la frente, apenas mostrarás
tus tallos al sol forzudo, hambriento, y ya habré yo deshojado marchitas mis
espinas.
Para entonces no acudirás a nuestra cita, de sobra lo sé yo. Pero esto
que me has hecho…. Esto no te lo perdono. No me lo perdono…
si lo olvido.