Es difícil decir lo que quiero decir
es penoso negar lo que quiero negar

mejor no lo digo
mejor no lo niego.

Mario Benedetti. "EL PUSILÁNIME",
de "El olvido está lleno de memoria".

domingo, 10 de febrero de 2019

El náufrago errante


Me baño en el rocío de tus ojos infantes,
-tiernos e ingenuos- que desmigan
cada quiebro de mi cuerpo
como quien mira por primera vez y reconoce
lo que en cuentos le ha narrado el deseo al oído.
Me escuchan como quien oye lo que –adivina- debe ser
un canto de sirena, y la sigue como un loco hasta romper
una a una todas las olas con su fuego de madera.

Porque hace una vida que no siento ya la mía,
que estoy sorda a mi cuerpo y acallo mi alma,
y mis prioridades se van ordenando una a una
de manera compulsiva y racional.
No siento la piel, todo es puro trámite,
tránsito hacia algo que no está aquí
pero de aquí depende.
No siento ya el estómago, el hambre animal,
solo unas manecillas viejas de reloj que acortan
con hilos de seda blanca las horas;
agonía, abatimiento, silencio;
calma, seguridad, bienestar.

He tenido que agarrarme a un recuerdo
para poder sentir algo, retroceder
unos cuantos años para -reflejada en la infancia-
volverme por unos segundos poderosa de nuevo,
como un lucero prendido en la oscuridad de la nada
capaz de guiar a los errantes náufragos
hasta la perdida quietud del alba.