Es difícil decir lo que quiero decir
es penoso negar lo que quiero negar

mejor no lo digo
mejor no lo niego.

Mario Benedetti. "EL PUSILÁNIME",
de "El olvido está lleno de memoria".

sábado, 31 de octubre de 2009

Está el cielo en tus ojos

Está el cielo en tus ojos,
y no es porque sean azules,
o grises, o negros, o blancos,
ni porque sean tus pestañas cuervos
ni infinito y calmo tu mirar,
ni lo es tampoco por hundirme en el vacío
de tu no hablarme y mi no escuchar
sin que me haga frío tu frialdad furtiva.

Está el cielo en tus ojos,
y no es porque sea azul
el destello carcelario de tu pupilo ataque;
y está todo él preso de tus párpados,
porque humilde sabe que no puede
rendirte pleito ni plantarte cara,
y se subordina a tu mirada
exprimiendo la gloria de existir contigo.

Está el cielo en tus ojos,
y es sin embargo el suelo de los míos
el que se mata por ser
la linde y horizonte donde mueran
tus contornos vendavales,
y es al mirarte cuando entiendo
que no es el falso cielo sobre mi cabeza
más que la copia y réplica que a igualar no alcanza
el arcano cielo de los tuyos,
que ha sido, desde siempre y para siempre,
el único original.

martes, 27 de octubre de 2009

Retrospectiva fotográfica

Dada la polémica levantada por mi cambio constante de cabeceras, y para demostrar que lejos de obedecer a un acto superfluo todas ellas me acompañan siempre en el recuerdo, decido hacer una retrospectiva de todas las utilizadas, que subiré entre hoy y mañana, y dejo abierta una votación si así lo queréis que elija la mejor cabecera, y que me haga volverme, quién sabe, monogámica ("cabecerísticamente" hablando). O tal vez no :)





















pd:y agárrense, bloggeros míos..he preparado un aluvión de cabeceras que los tendrá entretenidos durante al menos un año!!!!!!!! ^^

lunes, 26 de octubre de 2009

Cura de amor propio

Quizá con dos terrones de azúcar tuviera bastante
para poder tragar esta agonía amarga de sentirme
la diana de tus flechas certeras, que nunca son de amor;

y pudieran tal vez bastar dos bofetadas bien calientes
para mirarme al espejo y bien alto repetirle a ciegas
que no soy menos brillante porque tú no me veas.


Y después de eso, y a pies juntillas, creérmelo,
con la voz en grito y también en baja, incrédula
al pensar que un día te dejé mirarme sin cobrarte nada,

regalándote la miel que a tu hocico de asno le está vetada,
intentando que me haga feliz entender que me libré
de compartirme contigo, que entre el estiércol amas y te bañas.

(Fotografía: "Julia", por Juan Carlos Toledo Tomás )

viernes, 23 de octubre de 2009

Natación, je t'aime...


Howard Schatz. "Waterdance"

El agua me trajo tu beso, y entre la espuma me hizo el amor
como lo hace el arrullo que vence las hipócritas negativas
anteriores al sucumbir de los tirantes de un muro sujetador
que por copa no reclama más que el cuenco de tus manos.

Al agua le mandé mi beso, y entre las olas te hice el amor
sin que fuera necesario tener que acercarme a tu piel de roca
para deshacerme la voz y parirla en burbujas de sexo implícito
mientras tu espalda remendaba sin aguja la mía desde la otra orilla.

Y mi exhausto cuerpo te agradeció en miradas preñadas
un encuentro tan intenso que pudiera haber sido verdad
sin dejar de ser mentira, y salí radiante del agua hirviendo,
empapada en la vanguardia de gotas refractadas por tu luz difusa.




(Dedicado a un gorro blanco y unas gafas plateadas, que me obligaron a exprimirme al máximo para no dejarme nunca vencer por él.
Dedicado también a nuestros rostros cruzados a medio metro, a tu merecida forma de dejarme atrás, a tu espalda salida de otro mundo.
Dedicado al más claro pulso de fuerzas..., a la más obstinada competencia..., a la experiencia más erótica... que he tenido en toda mi vida.)

lunes, 19 de octubre de 2009

Para variar

De haber sabido que tenía cosquillas
no te habría apartado las manos tan a la ligera
ninguna de las veces que acabaste usándolas
de hábil icono que lucha siempre en nombre del amor.


Habrías podido hacerme reír alguna vez para variar,
y yo habría sido, para variar también, alegre
y risueña, y femenina, y dulce; y me habría relajado,
por cambiar un poco, arropada en tus brazos cálidos.


Y ahora, como siempre tarde, llega la risa,
encontrada de casualidad a media tarde,
y descubro que las cosquillas que no tuve
y quizá ahora tuviera, están burlándose de mí.


Pero ya sabes que soy tímida y reservada
cuando están vetadas las palabras,
y que me siento fuera de juego y en terreno hostil
cuando me acerco demasiado a ti sin armadura.


Así que esta súplica es para rogarte que no me hagas
pedirte, que no me hagas necesitar decirte,
que quiero que me hagas reír, y que me hagas feliz,
para variar un poco.


Porque aunque me notes rígidas las escamas de lagarto,
no es más que el desuso y la falta de costumbre,
y esa extraña manía de no saber vencer la parálisis
de desearte hoy en concreto, y siempre en general.

viernes, 16 de octubre de 2009

FRASE CÉLEBRE

Le pido prestada esta entrada a mi bruja favorita, pues parece que en muchas cosa tenemos gustos ciertamente parecidos, y sólo ella y yo sabemos cuánto... ;)

Te lo robo, pequeña, porque es una de mis grandes verdades, descubierta para mí por tí, inventada para ambas por otros. Y ahora, para todos los demás.

Y aprovecho para decirte desde aquí que te quiero muchísimo, brujita, aunque vayas a hacerte grande lejos de mi lado.

"A mí no me atrae un buen culo, un par de tetas o una polla así de gorda; bueno, no es que no me atraigan, claro que me atraen: me encantan, pero no me seducen. Me seducen las mentes, me seduce la inteligencia, me seduce una cara y un cuerpo cuando veo que hay una mente que los mueve que vale la pena conocer..., conocer, poseer, dominar, admirar…La mente, Hache, yo hago el amor con las mentes. ¡Hay que follarse a las mentes!"
Martín Hache

lunes, 12 de octubre de 2009

Justicia

Todas las almas que en cada aliento
he ido dejando escapar, volverán
en grito de guerra ecuánime
a arrancarme explicaciones de entre los dientes,
a ponerme la pistola en la nuca
y vengarse de todas las cartas que
a lo largo de esta vida he barajado mal.

Y yo no haré nada al respecto,
salvo levantar un par de milímetros mis gafas inservibles
para enfrentar sus miradas
con total tranquilidad.
Y echaré café en sus tazas de ajuar caduco
y abriré los brazos
esperando bala, o látigo, o golpe, o flecha
que me condene a la culpa eterna
o a la libertad final.

Y mientras en la calle halla silencio
y nuestros amigos hagan cola desde afuera
para ser los primeros en enterarse de
en qué acabó nuestro pleito,
se hará carbón, y ceniza y tierra
todo lo que antes fue objetivo, razón y recuerdo.

viernes, 9 de octubre de 2009

Segunda oportunidad

Si mi amor por ti fuera tan inmensamente grande
que hubiera colmado con creces el cupo de una vida,

Y teniendo en cuenta que tras amarte tanto
como para morir abrasada en mi propio incendio
me obligó la ceniza a levantarme y nacer de nuevo,
poniendo con esta muerte el contador a cero,

entonces quizá quepa la esperanza de que en esta nueva vida
pueda aún tener derecho a prenderme el alma
e inmolarme el cuerpo,
si ese Él existe, y me ama, y me mira y dice
que aún estamos a tiempo de morirnos, y no por viejos.

jueves, 8 de octubre de 2009

Game over

Quise que probáramos un juego nuevo
que me recomendó alguna vez algún alguien
en algún lugar donde es tremendamente fácil
desoír los adentros y saltarse las normas
que usamos siempre para protegernos,
o para exculparnos de toda cobardía,
de toda gracia,
de toda astucia.

Quise que probáramos ambos
un juego que para ambos nos era desconocido,
creyendo que por no haber ventajas
no habría tampoco vencidos.
Y vencida me hallo en cambio,
desarmada por tu sonrisa y tu arrullo suave,
desarmada por tus ojos tristes de carbónico negro,
desarmada por tu extraña forma de inexperiencia dulce.

Quise que jugáramos a un juego
que sobre el papel tendrías ganado,
sabiendo que en mi afán competitivo
jamás cedería una ficha,
jamás vendería una calle,
jamás te regalaría un turno,
ni me quitaría prenda alguna
que tuviera un destino diferente
que el mutuo descubrimiento personal.

Y en el mismo momento en que el juego deja de ser juego,
el juego ha terminado,
y me dejas confusa en medio de la nada
sin saber qué hacer ahora con los tiempos pautados
que desde el inicio le robamos siempre
a la temida improvisación.

Y en la magia de no tener que hacer magia
para volar bien alto,
e incluso en la magia de no poder ser magia
caer tan bajo a tu lado,
me encuentro desarmada,
y vencida,
y triste,
siendo la tuerca girada,
la imprevisible que más duda
en esta duda bilateral.

Sin más ocio que el quebrado negocio
de haberte llegado a querer un poco.

domingo, 4 de octubre de 2009

El hombre perfecto

Los médicos no tienen tiempo para hacer feliz a una mujer, eternamente estudiando. Los poetas y cultivadores de la palabra nunca podrán conformarse con los cafés recalentados y las sobras del cocido (Benedetti está excluido de este grupo, seguro que comía las comidas de su mujer con muy buena cara ^^). Los matemáticos no saben cómo explicar la naturaleza irracional de sus sentimientos. Los deportistas no pueden consentir que estés gorda. Los hombres de negocios no pueden darte otra categoría que mujer florero. Los albañiles llegan a casa cansados de trabajar. Los electricistas y fontaneros pueden cumplir la fantasía sexual de una mujer, pero llegado el caso no conocen restaurantes a los que llevarte a cenar. Los bohemios no entienden la palabra monogamia. Los artistas son siempre homosexuales. Los divorciados y viudos jamás superarán sus relaciones anteriores. Los científicos jamás saldrán de su laboratorio. Los machos sexualmente complacientes te harán sentir de repente demasiado inteligente. Los veterinarios preferirán siempre a su perro.

Sea cual sea la excusa ningún hombre será capaz de hacer feliz a una mujer como ella siempre sabrá hacerle a él. De manera que, mujeres del mundo, sean astutas. Pícaras y prácticas. Busquen un hombre viejo y asquerosamente rico. De los muchos papeles que los hombres hacen jugar la mujer desde tiempos inmemoriales, no creo que ser “animadora” de un vejestorio que te pague en vueltas alrededor del mundo y cruceros lujosos sea de lo peor que hay. Hay muchas formas de ser puta, muchas formas de ser hija, muchas formas de ser florero. En ningún otro caso te van a saber tan bien.


Y bueno, quizá yo aún no sea tan pícara, ni tan astuta, ni tan práctica. Y creedme que no tengo las medidas adecuadas para ser objeto de tan alta puja, y en realidad aún encuentro fascinantes ciertas razones masculinas de infelicidad femenina. Pero una cosa sí que os digo…

Qué no haría yo por una vuelta al mundo….

viernes, 2 de octubre de 2009

Dedicado a la luz que irradias

Tienes suerte de que me haya prohibido a mí misma dedicarte noches en blanco en plena auto-obligada abstinencia sentimental. Haré un esfuerzo cada día menos duro por no pensar que tus brazos eran tan fuertes que podías sujetarme la vida en ellos, sin permitirme oponer mayor resistencia que la de mi necesidad de no soltarme. Me regalo un par de minutos para añorar la sonrisa pícara que me dispensabas al echar siempre la moneda adecuada, las rutinas que nos ha costado tanto tiempo fijar, y de las que ahora me va a costar deshacerme.
Tienes suerte de que me esté concediendo indulgente una pequeña prórroga que mañana negaré haber gastado, para escuchar de nuevo tu silencio junto a mi oreja, para ver otra vez las quemaduras que mi mirar te dejó en la piel.


A veces, no creas, extraño lo fácil que era dejarse llevar por la ilusión de creernos capaces de conseguir todos nuestros sueños, por la convicción plena de que siempre nos bastaríamos los dos para festejar nuestros aciertos, y llorar nuestros desaciertos, cogidos de la mano. Tu índice junto al mío, cansados de luchar contra todos los demás.


Otros han obtenido mucho más, mereciendo mucho menos. Y realmente tú eres mucho más afortunado que todos ellos, pues tienes suerte de que en vez de regalarte palabras reversibles (como lo son siempre las palabras), dedique ese esfuerzo en hacerme más y más grande, más y más fuerte. Es la mejor inversión en nosotros que se me ha ocurrido, por si algún día vuelves y la quieres cobrar en aire, y hueso, y pellejo, y sábanas. Costó, pero al fin comprendí que la mejor forma de quererte es quererme. Y no necesitarte nunca.

Y ahora que expiró tu tiempo, ya sólo eres uno más, muy por detrás de mí.