Es difícil decir lo que quiero decir
es penoso negar lo que quiero negar

mejor no lo digo
mejor no lo niego.

Mario Benedetti. "EL PUSILÁNIME",
de "El olvido está lleno de memoria".

martes, 24 de noviembre de 2009

"Aprender a enseñar" y demás palabrerías

Como sabréis los que me conocéis (y los que no, vais a saberlo ahora), me encuentro inmersa en un Máster en formación del Profesorado de Secundaria, (entre otras cosas)que tiene como objetivo enseñarnos todas las teorías claramente útiles (léease no sin cierto ecepticismo) que nos harán ser supermanes capaces de combatir el mal en las aulas y educar a los ineducables, sin dejar por ello de enseñar la materia (en la que por tener el título somos ya claramente duchos expertos) y convirtiéndonos a la misma vez en referente de esos chicos y modelo a seguir, por supuesto, sin ayuda de las instituciones, y con la cada vez más creciente sombra de la inspección.

Entré a este Máster con muchísima vocación, realmente he querido ser profesora toda la vida. Elegí Bellas Artes por considerar Plastica Visual una materia preciosa para impartir en un instituto, fomentando la comunicación, la diversión, la motivación, la integración y la expresión en el aula, generando un contexto, así como momentos propicios (paralelos al currículo, por supuesto, sin faltar nunca al Real Decreto de las enseñanzas mínimas ¬¬ ) para debatir y poner un granito de arena en las conciencias aún sin formar, pero ya tan apaleadas, que traen de casa los adolescentes.

Pero cada día se me hace más cuesta arriba caminar con tanta zancadilla.No soporto la pscicopedagogía, no es real. No soporto tanta exigencia sin tener los medios para poder acercarme a las expectativas puestas en ella. Sólo de pensar todo lo que tengo que hacer para no faltar a mi deber (tan profusamente recogido en la ley), como a mi conciencia como profesional humanista, me hacen cagarme de miedo antes de entrar al aula (cosa que olerán los chicos ya en el primer moemnto y derivará en un comportamiento desobediente e irrespetuoso el resto del curso). Aún daré gracias de que me sea virtualmente imposible sacar plaza!!!!



Por lo demás...¿¿¿Alguna sugerencia para acabar con esta situación educativa???Por lo pronto, me quedo con la economía de fichas y el carnet por puntos, a ver si al menos la competitivad se pone de mi parte en el aula.

domingo, 22 de noviembre de 2009

ES TAN POCO

Lo que conoces
es tan poco
lo que conoces
de mí
lo que conoces
son mis nubes
son mis silencios
son mis gestos
lo que conoces
es la tristeza
de mi casa vista desde afuera
son los postigos de mi tristeza
el llamador de mi tristeza.

Pero no sabes
nada
a lo sumo
piensas a veces
que es tan poco
lo que conozco
de ti
lo que conozco
o sea tus nubes
o tus silencios
o tus gestos
lo que conozco
es la tristeza
de tu casa vista desde afuera
son los postigos de tu tristeza
el llamador de tu tristeza.

Pero no llamas.
Pero no llamo.

Mario Benedetti

martes, 17 de noviembre de 2009

Te quiero siempre

Hoy entrarás descalza aquí, intentando encontrar los nexos que te mantengan cerca de mí ahora que probablemente te sientes lejos, fuera de lugar, relegada, abandonada, exiliada de mi círculo y mi vida. Y por ende, de la tuya.
Vendrás aquí sin esperar nada concreto, sin saber que hoy vas a ser tú la que va a esconderse detrás de cada letra, y quizá hagan falta diez líneas para que comprendas que sí, que eres tú, y esto es para ti. O acaso lo sabías desde el principio, tú que tan bien me lees la mente cuando quieres.
Lo que importa es que ya lo sabes, sin decir tu nombre ni apellidos. Entre nosotras todo trámite siempre ha sido perder el tiempo, matar la magia, hacernos comunes y vulgares, que no nos hace falta cuando estamos juntas.

Y en realidad no tengo nada que decirte, sólo me apetecía aparecer, o simplemente tenderte una mano cuando tú lo hicieras, para recordarte que siempre estoy contigo, cuando lo quieres y cuando no, cuando me necesitas y cuando te las ves sola, cuando te lo digo y cuando me lo callo, cuando te hago falta y cuando te fallo, cuando me doy cuenta y cuando me olvido del todo que eres para mí.

Y ya sabes que no ando perdida si no me coges de la mano porque siempre caminas y me esperas delante, que para que seas gigante referencia no me hace falta tocarte desde cerca, porque estás aún cuando te vas y hueles aún ida, y aunque a veces pienso que sobra decírtelo, lo que nunca me sobra es sentirlo en todas partes, que te necesito como al agua aunque a veces no te beba, que soy quien soy porque tú me has hecho seguir queriendo serlo. Y soy quien soy hoy porque tú me has enseñado como evitar las piedras, y cómo afrontar con inteligencia cada caída que no hayan querido perdonarme ellas, y te debo tanto que por pereza nunca te lo explico.
Y te quiero tanto que por obvio nunca te lo digo.

Pero tú ya lo sabes, siempre lo has sabido y siempre lo sabrás, porque contigo siempre hay siempre, y siempre lo habrá.
Y te debo tanto que por pereza nunca te lo explico.
Y te quiero tanto que por obvio nunca te lo digo.

Pero hoy necesitaba hacer una excepción, y el abrazo me lo guardo para el viernes 27.

lunes, 16 de noviembre de 2009

A lo más alto...

El jueves pasado unos poquísimos tuvimos el privilegio de ver brillar con luz propia a un joven que, sin mayor pretensión que disfrutar y hacer lo que necesita para ser, se alzó con el triunfo del Creajoven (el concurso que anualmente hace el Ayuntamiento de Murcia para descubrir jóvenes promesas como ésta) en la Escuela de Arte Dramático, modalidad Canción de Autor.

Fuimos muy pocos los que pudimos conseguir entradas por lo limitado del aforo, pero eso no es excusa para perderse sus letras sin ningún desperdicio, que tanto dicen y tanto esconden. Podéis escucharle en su myspace (www.myspace.com/joseandresgomez), e incluso leerle en su blog, el www.elborradordemiretrato.blogspot.com, antes de que se haga asquerosamente famoso y ya no publique nada ;)

Estuviste perfecto, Jose, llenando el escenario con esa simpatía tan tuya, poniéndonos la carne de gallina al hacerte grande en el escenario, y al salir como un tímido y humilde campeón de guitarra al hombro a volcarte en los fieles fans que te esperamos para darte el abrazo que necesitábamos para recobrar las fuerzas tras tanto orgullo derramado. Porque no sólo ganaste tú; el premio nos lo llevamos todos los que siempre hemos creído en ti. Los que, como yo, por destino, o azar, o casualidad, hemos tenido la suerte de conocerte, y poder contar para ti, y contigo.

Así que no te olvides que, entre sueño cumplido y sueño cumplido, me debes un café, y algún que otro rato.





martes, 10 de noviembre de 2009

Día 0

Conté hasta tres mil millones antes de tragar saliva por decimonovena vez, y escondí la cara entre las manos intentando improvisar alguna manera original de acortar distancias.
Rehuí tu mirada a escaso medio metro de la cara, y fingí no albergar más intención en mi repentino encuentro que la más azarosa casualidad.
Me maldije por no ser capaz de llevar a cabo mis planes minuciosamente preconcebidos, y quise ahogarme en el agua que desde el principio nos alcahueteó.
Y entonces tú, harto de tanto rodeo infantil, me miraste, y decidiste contribuir estoico a que ambos dejásemos de ser el par de idiotas que durante un par de semanas venimos siendo. Y despejada toda duda, tenías voz, y me la dirigiste a mí.
A mí, a mí , a mí.
A mí, que tanta suerte tengo de que al menos tú tengas boca cuando estás conmigo.
Hoy me has hablado y se ha parado el mundo, y ahora que has abierto la veda yo he cargado la escopeta con alevósica intención.
Y no importa que no sepas lo importante que ha sido para mí poder decirte “te veo mañana”.
Porque sí, yo supe que hoy era el día cero.
Y te voy a ver mañana.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Inciertas matemáticas


Todo el mundo que me conoce lo sabe.
Sabe que me sabe a pobre siempre
el rico tacto de no tener de qué llorar
ni necesitar tener porqué reír
para reírme a veces.

Todos los vecinos de mi casa prestada
supieron horas antes que yo
que te irías, pese a que yo ya lo sabía
antes de haber querido que vinieras
a colocarme bien las cortinas de la cama.


Todo el ruido que se oye desde la puerta del balcón
no es más que el soplo gélido de saber
que te hace gracia verme torpe y patizamba,
pues no concibo ser otra que payaso ardiente
eternamente condenado a llevar careta por coraza,
sabiendo que es la huida siempre la más cómoda respuesta
al verdadero rostro que es para ti amenaza.

Esta lluvia tardía entra en nuestras vidas
con carácter de incierta divisa, y no planteé
la oferta ni la demanda en términos de bonanza alguna,
ni estudié técnicas de mercado en los ratos libres
que no dediqué a vivirme excesiva y antinatural.
Te cambio lo que me falta de voluntad
si me das lo que te sobra de amor.


Será que he perdido la voluntad de hacer las cosas bien,
pero aún me sobra la de querer hacerlas.
Si me levanté un lunes por la mañana
y era un cielo colmado de aves,
hoy marcharon a colmar los cielos
que se niegan a traérmelas de vuelta.

Y yo te cambio lo que me falta de voluntad
si me das lo que te sobra de tu amor.

La amapola tiene rojo sangre

Cada 11 de noviembre, a las 11 de la mañana, se conmemora el Día del Recuerdo en muchos de los países de la Comon Wealth, especialmente en Inglaterra, Estados Unidos y Canadá. Y es que el 11 de noviembre de 1918, a las 11 de la mañana se firmó el Armisticio que significó el fin de la Primera Guerra Mundial.

Este Día para el Recuerdo fue idea del Rey Jorge V, y la tradición exige en estos países que se respeten entre uno y dos minutos de silencio en memoria de los caídos en la Primera y Segunda Guerra Mundial. En algunas ciudades llegan incluso más lejos, como Londres, por ejemplo, donde lanzan miles de amapolas de papel en las calles.

¿Y por qué amapolas?

La amapola roja es el símbolo con el que la Common Wealth recuerda a los miles de mujeres y hombres que perdieron sus vidas luchando por la libertad y la democracia en las dos guerras mundiales, en la guerra de Corea y en misiones de paz mundial. Durante las guerras napoleónicas, un escritor encontró una relación entre la amapola y los muertos en combate. Este escritor se dio cuenta que campos que eran estériles antes de una batalla (antes de la Primera Guerra Mundial, pocas amapolas cubrían los campos del Artois y Flandes)., parecían explotar llenándose de amapolas escarlatas después que los combates terminaban.
Cien años más tarde del descubrimiento de este escritor, durante los terribles bombardeos que se sucedieron en la Primera guerra Mundial, los terrenos gredosos (arenosos de color blanco-azulado) típicos de la zona, al ser removidos y mezclarse con la carbonilla producida por las deflagraciones favorecieron la aparición de multitud de amapolas . Entonces, un médico canadiense, el Teniente Coronel John McRae escribió el poema de guerra más famoso de todos los tiempos, "En los Campos de Flanders" (In Flanders Fields), donde describió esta relación entre la amapola y la guerra.
De esa manera, la amapola escarlata se convirtió prontamente en símbolo de los soldados muertos en combate.




Los Campos de Flandes. John McRae

In Flanders fields the poppies blow
Between the crosses, row on row,
That mark our place; and in the sky
The larks, still bravely singing, fly
Scarce heard amid the guns below.
We are the dead. Short days ago
We lived, felt dawn, saw sunset glow,
Loved, and were loved, and now we lie
In Flanders fields.
Take up our quarrel with the foe:
To you from failing hands we throw
The torch; be yours to hold it high.
If ye break faith with us who die
We shall not sleep, though poppies grow
In Flanders fields.
***
Las amapolas soplan en los campos de Flandes
entre las cruces, fila a fila
marcando nuestro espacio; y en el cielo
las golondrinas, aún cantando embravecidas, vuelan
sin oírse apenas, entre los cañones.
Somos los Muertos. Días antes
vivimos, sentimos el amanecer, vimos el brillo del ocaso,
amamos y fuimos amados, y ahora aquí yacemos
en los campos de Flandes.
Retomad la disputa que fue nuestra:
Estas débiles manos os entregan hoy
la antorcha, levantadla alto.
Si no seguís a los que morimos
no podremos dormir, aunque crezcan las amapolas
en los campos de Flandes.


(Fuente: Diversas páginas de Internet).


Y ésta es la historia.
Así que ya tenéis otra de las amapolaciones que voy descubriendo, y que me hacen cada día estar más orgullosa de haber escogido de forma totalmente intuitiva una flor tan especial, tan aparentemente común y vulgar, pues esto demuestra que a veces lo más frágil es lo más fuerte, lo más corriente lo más bello, y lo más invisible lo más importante.

Y recordad que el 11 de Noviembre está bien cerca, y las amapolas se alzarán para colonizar el mundo y volverlo amor, homenaje y agradecimiento.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Teorización sobre el gimnasio (III)

Resumen técnico:
Tiempo transcurrido: 3 meses y 3 días
Frecuencia: Entre cinco y seis días por semana (libro sábados y/o domingos)
Adelgazamiento: 3 kilos aproximadamente. (Empieza a notarse en la “cartuchera”)
Endurecimiento: Estabilizado, aunque he dejado la tonificación a efectos secundarios de ejercicios aeróbicos (qué acabo de decir???)
Estado de ánimo: Aumento de la impaciencia y de la desmotivación por los lentos resultados.
Nivel de adicción: Medio. Íntimamente ligado a la desmotivación.
Record histórico: 35 minutos corriendo.
Amores platónicos: Dos: el caballero misterioso del gorro plateado, y mi simpático monitor.

Efectos secundarios:
-Reducción considerable del tiempo que dispongo para estudiar, ahora que mi vida académico-profesional ya está aclarada.
-Familiarización con vocabulario específico y mayor comprensión de la biología deportiva.
-Cada vez menos vergüenza hacia el propio desnudo.
-Eliminación de los excesos gastronómicos por cargo de conciencia tras tanto esfuerzo.
-Vuelta a la costumbre de verme sin pintar.
-Ensanchamiento sutil de ciertas prendas de vestir. Reducción de mi primera talla.
-T oda mi música completamente aborrecida por no soportar ya los 40 principales y llevarme mi ipod.
-Leve estropeamiento del pelo por el continuo enjabonamiento.
-Susceptible aumento de las miradas masculinas.
-Aumento muy considerable de la capacidad pulmonar en carrera.
- Sensación impagable y continua de que algún día merecerá la pena todo el esfuerzo. (Ya sólo queda un mes para ese supuesto tope!)

Lo sé, lo sé, se nota cierto negativismo. Pero no abandonaré, lo prometo.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Amapolaciones

Un día se me ocurrió recopilar todas las cosas que encontrara en la vida cotidiana que contuvieran amapola en alguna de sus formas, aunque fuera sólo su nombre o su imagen.
Descubrí entre otras cosas que el famoso perfume de Kenzo está creado con esencia de amapola, aunque no se lo recomiendo a nadie (quizá por ser de todo menos juvenil, qué le voy a hacer si aún estoy en la fase de las colonias frescas ^^) . Aún así, la poca información que he encontrado y el poco tiempo que he dedicado a encontrarla, la verdad sea dicha, me han hecho centrarme en el ámbito de la música. Y así inauguro una nueva categoría en este blog destinada únicamente a recopilar canciones que contengan la palabra amapola o hagan referencia directa a la misma. Por supuesto, si alguno conoce más su ayuda será infinitamente agradecida!!!!!!!!!!!!!! ^^

He aquí las tres primeras (que además, me encantan!!!).


DÉJALO FUERA. CARLOS CHAOUEN.

No hay paisajes de salitre donde no estés tú
con un cuerpo transparente
y una mirada que quema.
No hay horizonte que no busque en su retina luz
ni deseo más urgente que el que me das tú, sirena.

Eso no son ojos, son amapolas,
ya quisiera la virgen tener tu corona.
El tráfico para el estrecho,
y yo no paro de cruzar tu pecho;
mi faro te alumbra estrella, a ti sola.

Yo quiero ser Nazareno de tu paso en primavera,
y tener semana santa al compás de tus caderas.
En un desierto de crema eres lisergia de aire y besos,
y al soltarte la melena, en el mapa de tu cuerpo tuve el universo.

Y en el oasis de tu piel morena,
yo me pierdo en el itinerario de tus venas.
Llévame contigo mar adentro, líbrame de esta pena.
Como un adicto a la adormidera*
después de tenerte cerca de mis venas,
Llévame contigo mar adentro, lo demás déjalo fuera.

Déjalo fuera que yo seré tu abanico
cuando el aire no te quiera mover,
te meceré yo un poquito.
Déjalo fuera, yo te mojaré el ombligo
si la lluvia ya no quiere caer.
Ya no me voy de tu vera...

Han pasado cuatro lunas, y mi corazón
ya no tiene más herencia, que un océano profundo.
Me quedo con tu saliva como un adiós,
y me das una sentencia cada vez que me hundo.

Y en tu gemido la playa explota
subiendo mareas a orillas del vicio
si viene el levante te vuelves loca, loca,
y me das con tu boca
la blanca espuma de los sentidos.

Son mis puntos cardinales los lunares de tu cuerpo,
el norte ya lo he perdido porque al sur brota
el manantial del que bebo,
y desde oriente a poniente no hay nada como tu misterio,
y tengo el mapa del mundo en tu mapa detallado,
hecho de carne y hueso.

Y en el oasis de tu piel morena,
yo me pierdo en el itinerario de tus venas.
Llévame contigo mar adentro, líbrame de esta pena.
Como un adicto a la adormidera*
después de tenerte cerca de mis venas,
llévame contigo mar adentro, lo demás déjalo fuera.

Déjalo fuera, que yo seré tu abanico
cuando el aire no te quiera mover,
Te meceré yo un poquito.
Déjalo fuera, yo te mojaré el ombligo
si la lluvia ya no quiere caer.
Ya no me voy de tu vera...

*adormidera: somnífero muy potente que contienen ciertas variedades de amapola.



AMAPOLA. (Varias versiones)

Amapola, lindísima amapola,
será siempre mi alma tuya sola.
Yo te quiero, amada niña mía,
iqual que ama la flor la luz del día.
Amapola, lindísima amapola,
no seas tan ingrata y ámame.
Amapola, amapola,
cómo puedes tú vivir tan sola.

Yo te quiero, amada niña mía,
igual que ama la flor la luz del día.

Amapola, lindísima amapola,
no seas tan ingrata y ámame.
Amapola, amapola,
cómo puedes tú vivir tan sola.




AMAPOLA. JUAN LUIS GUERRA

Abre las hojas del viento, mi vida,
ponle una montura al río,
cabalga, y si te da frío te arropas
con la piel de las estrellas,
de almohada la luna llena, mi vida,
y de sueño el amor mío.

Y una amapola me lo dijo ayer,
que te voy a ver,
que te voy a ver,
y un arcoiris me pintó la piel
para amanecer contigo.

Cierra la noche y el día, mi vida,
para que todo sea nuestro,
y una gran fuga de besos
se pose sobre tu boca,
y que el trinar de las rosas, mi vida,
te digan cuánto te quiero.

Y una amapola me lo dijo ayer,
que te voy a ver,
que te voy a ver.


Si tú crees en mí
no le temo a nada.