Es difícil decir lo que quiero decir
es penoso negar lo que quiero negar

mejor no lo digo
mejor no lo niego.

Mario Benedetti. "EL PUSILÁNIME",
de "El olvido está lleno de memoria".

jueves, 12 de marzo de 2015

Pequeña de las dudas infinitas

Voló la golondrina de mi nido.

Sin despedirse.

Pero no he de mentirme, yo ya lo sabía.

Llevaba tiempo viéndola preparase, mirarme, buscarme.

Me llamaba sin palabras, me lloraba sin lágrimas, tratando de hacerme ver que el vuelo estaba en marcha, que sólo yo podría detenerla, con mi vida.

Y fingí no darme cuenta. Miré para otro lado. Lo sabía entonces, lo supe condenadamente, lo sigo sabiendo, lo veo en el pulso agitado, en el miedo que me hiela.

Y no me levanto; atada a mis dudas infinitas sigo muerta, no puedo levantar los brazos y agarrarla, no quiero llamarla, ni perderla, ni llorarla, ni vivirla, ni calmarla.

No quiero con ella, quiero con todas. No quiero conmigo, quiero con nada, y con todo. Quiero con esta falsa seguridad y con mi inseguridad a moratones, con mi autoestima autoingfligida. Que me revienten en el pecho todos los todos, que me insuflen esa vida artificial que ahora es pegamento. 

Aunque luego llore porque no la tengo a ella, a mi golondrina.


Aunque luego llore, y llore, y llore, y llore, y nunca jamás entienda por qué la dejé ir.

Suena "De las dudas infinitas", de Supersubmarina

miércoles, 11 de marzo de 2015

Hoy no quiero ferias

Eres humo,
humo verde, agrio, amargo, sucio y maloliente, que apesta desde aquí.

Es cierto que crece y crece y se vuelve vendaval y me azota con saña y savia amarga.
Y a este lado de la vida te busco y en cambio, por el otro me repugnas malamente, a lo grande. En cualquier caso no seré sujeto pasivo-o sí- de esta oración porque la sintaxis ya me la han conjugado muchas veces, y ya no me la miro, sinceramente.

Y no quieres ir a la feria, me dices mientras te agarras al tiovivo y me arrastras, a mí que no me gustan los juegos (ni jugar, ni contarlo, ni vivir si quiera). Me arrastras y se me suelta el pelo, se me cae la goma, la moral, se me alaxa la cordura y vuelvo a ser pequeña, traviesa, y sigo siendo grande, mayor, insegura, reprimida.


Y me bajo del tiovivo arrugada como una pasa, presa, estanca, verde, agria, sucia, amarga,
y como el humo,
apesto desde aquí.