Puede llamarse a esto vida
si me late arrítmico el cráneo en lugar del corazón,
y levanta piquete y huelga el odiado aire
para no dedicarle a mis pulmones más visita
que la que prolonga y retrasa el fin.
Puede llamarse muerte a esto
de tener a quien querer y quererle a veces,
y tener de qué admirarme sin tener por ello ganas
de ser hoy quien con todo puede y nada duele
y por nada lucha y a nadie teme.
Ser contigo lo que no sé ser sin ti,
abdicar de la corona que gobierna los mendigos
de la rabia y la amargura, y liberarme del pasado
para acercarme a ti de un negro inmaculado,
virgen de promesas ex-renacidas, hoy nacidas para ti.
Y no servirá este grito para quebrar el espejo que me cuestiona,
ni bastará cincel para tallar la cerradura que me abra el camino al olvido,
al no recordar cuánto echo de menos ser cuerpo cuando te vuelves
amor en mi regazo, y la paz que derrama entre tus brazos
cuando me quieres carne, y látigo, y respuesta.
Y no bastará este grito para sentirme viva
más que derribar compuertas y flagelarme al alba entre tu pecho,
y correr a donde existas, y decirte que desde que nunca has aparecido
echo de menos el sentido de los vientos, y echo en falta
hasta la ausencia que por no venir no me has dejado.
si me late arrítmico el cráneo en lugar del corazón,
y levanta piquete y huelga el odiado aire
para no dedicarle a mis pulmones más visita
que la que prolonga y retrasa el fin.
Puede llamarse muerte a esto
de tener a quien querer y quererle a veces,
y tener de qué admirarme sin tener por ello ganas
de ser hoy quien con todo puede y nada duele
y por nada lucha y a nadie teme.
Ser contigo lo que no sé ser sin ti,
abdicar de la corona que gobierna los mendigos
de la rabia y la amargura, y liberarme del pasado
para acercarme a ti de un negro inmaculado,
virgen de promesas ex-renacidas, hoy nacidas para ti.
Y no servirá este grito para quebrar el espejo que me cuestiona,
ni bastará cincel para tallar la cerradura que me abra el camino al olvido,
al no recordar cuánto echo de menos ser cuerpo cuando te vuelves
amor en mi regazo, y la paz que derrama entre tus brazos
cuando me quieres carne, y látigo, y respuesta.
Y no bastará este grito para sentirme viva
más que derribar compuertas y flagelarme al alba entre tu pecho,
y correr a donde existas, y decirte que desde que nunca has aparecido
echo de menos el sentido de los vientos, y echo en falta
hasta la ausencia que por no venir no me has dejado.
5 comentarios:
ya me estoy fastidiando de dejarte comentarios diciendote que siempre llegas con algun post perfecto para mi dia. <3
me encanto
... qué bonito, me encanta!!!
Cada día te superas, guapa mía
ya te echo de menos!
Otra vez me cambia Julia la cabecera del blog jajajaja!!
Me quito el sombrero con todo, pero en especial con esto: "y echo en falta hasta la ausencia que por no venir no me has dejado."
Bsosss
respondiendo tu comentario
mi musa no tiene sexo definido haha
<3 beso
EL ALBA QUE HAS INVENTADO PARA "TI" YO LA ROBARÍA PARA MÍ. PUES CREO QUE SERÁ DIFÍCIL QUE NADIE MÁS INVENTE UNA COMO LA QUE TÚ HAS DESCRITO AQUÍ.
UN BESO.
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