No me he cansado de querer decirte que el inicio fue
acertado diagnóstico de vocación sincera,
para matar por tu boca y vestida en su nombre
morir por ella, siendo la insoportable que peor soporta
la ola de tu oído, si me la pones cerca.
No me tengo en las ganas de querer sacarte los años
a bocados, y quince veces ser tuya para que veas
que puedo hacerte nacer de nuevo sin parirte apenas,
y que quiero lo que me das y lo que te guardas,
y lo quiero ya y lo quiero ahora; que me quema la impotencia
de que apagues los fuegos en las casas ajenas,
y me dejes a mí, en cambio, consumirme en la impaciencia
de estas brasas que a extinguir no alcanzas, de este hambre
que en saciar ya tardas; y ser, si me tocas,
ciudadana de pleno derecho en el reino de tu boca.
6 comentarios:
Yo no lo esperaría, si apaga fuegos en casas ajenas... (salvo que sea bombero, jejeje).
Besos, mi niña.
caliente caliente...jajajjajajaj
Sé que no existe esa utopía pero déjame ser utópico en mi comentario: Poema perfecto. Me ha encantado, en sí la temática ya es muy apasionada pero la forma en que lo haz escrito, poniendo cada palabra en el suspiro correcto y cada sentimiento en la necesidad que no te pide el cuerpo, te reclama el alma; hace de este escrito un poema de lujo.
Me ha encantado.
Un beso.
tienes mi voto!!! guauuuuuuu!! qué poema!! es GENIAL!!!! un biquiño! :))
Somos libres solo en el deseo.
Un Abrazo
Me encanto la ultima frase.. a ver si se da por aludido. Besos
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