Es difícil decir lo que quiero decir
es penoso negar lo que quiero negar

mejor no lo digo
mejor no lo niego.

Mario Benedetti. "EL PUSILÁNIME",
de "El olvido está lleno de memoria".

lunes, 4 de mayo de 2009

Síndrome "Post-París"

Generalmente suelen decepcionarme aquellas cosas que la gente siempre defiende. Mi espíritu rebelde y contradictorio, mi afán continuo por llevar siempre la contraria en insistentes ejercicios de dialéctica me hicieron emprender mi viaje con la seguridad de que París nunca será tan bonita como el mundo se empeña en hacernos creer.

Pues bien, aquí va la estrepitosa verdad, para todos aquellos que se atrevan a leerla y abstraerse de los clichés y estereotipos preconcebidos y autoimpuestos:
Paris es una ciudad normal.

La mayoría de las grandes urbes repiten los patrones estructurales y arquitectónicos, hay barrios que podrían ser de cualquier metrópilis, la globalización planta mcdonalds y subways, incluso zara y mango, en las esquinas de cualquier capital del mundo, y los turistas se repiten idénticos en todos los lugares que yo he visitado, excepto en aquellos que aún conservan su encanto único, aún virgen, pero que arden en deseos de ser otra capital colonizada más, exactamente igual que todas las demás.

Sin embargo, Paris no es exactamente igual que las demás. Ya no es sólo por la belleza de las calles, o por el encanto del río, ni por el mimo con que diseñan cada nuevo monumento, por la magnificencia e inmortalidad de los que ya existen, o por la predisposición a enamorarse y respirar belleza de todo el que pone un pie en París.

Lo que me ha hecho enamorarme de Paris no lo puedo explicar de forma racional. Sin ser más grande que Londres o otras capitales, ni tampoco creo que mucho más pequeña, Paris puede meterse en la palma de la mano, cada barrio, cada calle, pese a sus catedrales y edificios se vuelve un pueblo al paso del turista, los restaurantes parecen familiares, aunque no conozca a nadie, las pequeñas librerías, las pastelerías, la gente en la calle. Es como una España refinada, con el encanto de lo latino y la perspectiva de lo europeo.
Cualquier persona del mundo se siente francés en París, y no puedo sino envidiar y admirar a partes iguales su orgullo patrio, que tanto intento siempre expandir en mi ciudad, y en mi país; el intento desmesurado por conservar su identidad, sus señas, su idioma, por no dejarse colonizar, porque más de medio mundo debería ponerse de rodillas ante un país de tan nobles ideales, cuna de la Ilustración, de los derechos humanos, de la enciclopedia, del arte, del amor libre, de la vida.

Siempre he dicho que no podría vivir en una gran ciudad. Ni en Madrid, ni en Barcelona, ni en Londres. Ni tampoco en pueblos ni hábitats tan insólitos como las aldeas polacas o las cabañas finlandesas. Y sin embargo, creo que podría vivir en París. De hecho, en alguna brisa esta semana me ha entrado por todo el cuerpo la necesidad de irme de Murcia, de irme lejos, de cambiar, de huir de mi vida y crearme otra en algún sitio totalmente nuevo.

Los días han pasado y ese síndrome postraumático está desapareciendo, me habitúo a las medidas de mi amada Murcia, y de mi vida rutinaria.
Pero no puedo olvidar que sólo Paris me ha hecho sentir algo así, esta nostalgia, esta sed, de manera que reconozco que todos estaban en lo cierto. Y sin duda alguna, de poder reencarnarme en algo, querría vivir una vida siendo francés. (He tenido el privilegio de vivirla como española primero ;) )


De todas formas esto no deja de ser una mera opinión personal, y esto, queridos escépticos, o queridos ilusos, tendréis que respirarlo vosotros.
Así que supongo que ahora, como a todos, me tocará leer Rayuela ;)



Amapolas en Paris


Barrio Latino


Paseo en Bateauxbus por el Sena


La Defénse


Deuxiéme étage de la Torre Eiffel

15 comentarios:

María dijo...

Qué bien tenerte ya por estos parajes!!
Ah, y no se te ocurra volverte parisina sin avisar, eh? Que haría en Murcia yo sin ti!
Un besazo

(Lo de Bateauxbus suena muy gracioso, pero creo que es bateaux mouche)

Amapola Psicovisceral dijo...

ajjajajajajajjaja..pues ahora que lo dices me haces dudar..s eme habrá ocurrido a mí sola lo de bateausbus???jajajjaj

simplementeyo dijo...

Hola bonita, pues sí yo siemprre he querido ir a Paris y ahora me has dado una razón más, pr no será con él, (aunq me lo había prometido) pq él ya no está en mi vida, en mi blog, pone las razones y te agradecería q me dejaras un comentario dandome tu opinión, estoy tan perdida, q lo necesito. Besos

Edu dijo...

A mi tambien me enamoro Paris, para mi esa ciudad es Rimbaud, Louis Aragon, Sastre, Camus, La comuna, el Mayo del 68, Monet, el exitencialismo, los poetas malditos, el azul, el barrio latino, sociologos como Lyotard o Alan Tourine. Paris es la luz de la cultura Europea.
Un Saludo.

simplementeyo dijo...

Hola guapa, me has ayudado mucho y sé q tiene razón y yo nunca he dicho q sea un cabrón, solo q me duele. Y si vuelve seguro q lo intentaré pq merece la pena. Pr mientras voy a vivir sin él, por si acaso no vuelve. Besos y muchas muchas gracias, ya veremos q pasa. Cruzaré los dedos.

ELRAYAn dijo...

entiendes ahora porqué Rayuela y porqué Capítulo 7????

estoy enamorado de París desde hace más de 10 años. He estado 4 veces allí y siempre quiero volver (de hecho, si me hubieras avisado...)

Sólo dos apreciaciones a lo que dices:

- Francia es un país centralista, España no, y si te gusta España debes aceptar que no todo el mundo se identifique con Castilla.

- Personalmente, conociendo muy bien las dos ciudades, prefiero vivir en Barcelona por infinitas razones.

Pero sí, París tiene algo inexplicable, parte de mis canciones hablan de esa ciudad, me simboliza muchas cosas y siempre será especial porque allí ocurrieron muchas cosas importantes de mi vida.

Un sitio es mágico si lo miras con los ojos adecuados.

Besos y me alegro de que hayas vuelto, amapola mía.

Anónimo dijo...

"Es como una España refinada, con el encanto de lo latino y la perspectiva de lo europeo.
Cualquier persona del mundo se siente francés en París"...me encantó esa forma de definir la ciudad de las luces. Yo he estado dos veces en París y coincido contigo en todo. Un beso

andrés dijo...

Me alegra que hayas disfrutado tu estancia en Paris, se te ve tan emocionada (hasta donde supongo puedes estar) de tu viaje.

Te mando un enorme abrazo y es verdad a leer Rayuela (asi sea la tercera vez que lo lea)

saludos

andrés

Anónimo dijo...

Está muy bien que te hayas enamorado de París... pero yo me alegro muchísimo -egoístamente, por supuesto- de tenerte de nuevo entre nosotros.

Miles de besos.

p. Yulep Rikschîjin *live* dijo...

que tal?
Es posible te vaya a despertar, si no es demasiado, pero Paris es una mera ilusion.
A las 4 semanas -algo menos o algo mas, segun la persona- te quedan enormes suburbios de gente sin nombre, cuentas demasiados caras, una clima demasiado caliente y demasiado frio, las presunciones de los parisinos. No hay de que enamorarse


si no fuera por la terraza de ese cafe, el aire chic que unos momentos disfrutas, el pont noeuf al atardecer. De Paris quedan ahora demasiadas bombillas.

Que te cuides, apreciando
con besos

Harold Diaz dijo...

Grandioso París.

Saludos!

Anónimo dijo...

eyyyy, claro que sí, te toca leer Rayuela (desearás haberlo hecho antes), yo la releo cada año, es un ritual. vuelvo a pasarme por aquí, también es algo adictivo tu blog, me gusta mucho, en serio. Besos. Ana

Amapola Psicovisceral dijo...

Pues la foto no tiene ningún tratamiento especial ni nada, ni siquiera lleva photoshop.
El mérito es de la torre eiffel, y de la lluvia.

Illystil dijo...

Me encanta la descripción que haces de París. Dentro de unos meses me toca decidir si estoy de acuerdo contigo o no (y deseando que lleguen, claro...)

Por cierto, un placer tenerte de vuelta, a ti y a tus letras.

Un beso!

Anónimo dijo...

No te conozco de nada, pero no se muy bien como caí en tu blog, al leer esto de Paris, pues es exactamente lo mismo que yo sentí cuando estuve allí, me envolvio la ciudad al primer instante y ahora tengo nostalgia y ganas de volver como si alguna vez hubiera pertenecido allí de alguna manea.