Es difícil decir lo que quiero decir
es penoso negar lo que quiero negar

mejor no lo digo
mejor no lo niego.

Mario Benedetti. "EL PUSILÁNIME",
de "El olvido está lleno de memoria".

martes, 23 de febrero de 2010

Cadena perpetua

Me prometí no volver a escribirte.

Me prometí dejar de mirarte a hurtadillas, dejar de sostenerte ortogonal la mirada los días que me hallo a mí misma completa y valiente, dejar de espiarte por detrás del hombro cuando no saber de ti me vuelve cobarde y gris.
Me prometí no llorarte más, no dedicarte más vacío, ni más lleno, ni más pensamientos. Tampoco más sueños, ni más planes, ni más espacio, ni más tiempo, ni más rutinas, ni más agradecimientos.
Ni siquiera despecho, u odio, o rencor, o malvivir; ni siquiera quiero hacer de ti el pozo al que arrojar las miserias, y este sentimiento innoble de querer que seas infeliz el resto de tu vida, como si no querer estar conmigo fuera pecado suficiente para ganarte el infierno de no volver a saber de mí, que soy el ángel de capa y ala blanca que cayó del nido antes de saber volar, con toda la prisa del mundo para llegar a ti y picotearte a tiempo en las orejas, antes de que algún otro ave disfrazada de ángel de capa y alas blancas, (pues, sobre mi cadáver, quiero que sepas que no hay más blanco, ni más capa, ni más ángel, que el yo he sido para ti) emprendiera el camino hasta tu lago azul.

Me prometí no volver a escribirte, abandonar tu etiqueta y dejar pudrirse nuestras flores de tanta agua. Pero hoy, que te he visto, hoy que me has mirado y hemos vuelto a ser los juegos de tiempo atrás, me vuelvo de golpe impúdica y premeditada, rompiendo con las manos, y las teclas, (rompiendo con el día a día y el silencio, y con mis ojos nublados y el impulso de mi voz), todas las propuestas arriba y previamente mencionadas, desactivando el modo-inteligencia-emocional para encender de nuevo el hoy-te-echo-tanto-de-menos.

Pero qué esperaba.
Cuánto tiempo creí poder ser fiel a todas estas infidelidades,
custodiar sin usar la llave de esta cadena perpetua,
si hace mucho más que todo eso que me prometí dejar de quererte
y aún no lo he cumplido,
si hace mucho, (mucho más que todo eso) que te elegí sin pedir permiso
y te hice el cuerpo que vino a mi mundo para hacer real el ansiado, próspero día
en que simplifiquemos la aritmética
y todos pasen a ser uno (por qué no tú),
y todas se reduzcan (por qué no) a ser yo.

8 comentarios:

Yobber Gut Vas dijo...

La nostalgia e imperativa necesidad de volver a caminar ayeres escogidos nos abandona en el camino, pues caminar hacia atrás obviamente nos hace tropezar. Un clásico error en los olvidos controlados es que la gente olvida sólo una cosa... que no existen tales olvidos controlados, escogidos. "Me prometí dejar de quererte"... uno se puede prometer muchas cosas porque pasa por sus manos el cumplir... pero la memoria no pasa por nuestro control... aquel que cae en el engaño de esconder recuerdos, más tarde se da con la sorpresa de encontrarse bailando con esos recuerdos, deteriorados y punzantes, porque lo que avanza para atrás... deja de ser vida y se convierte en tormento. No hay técnicas para olvidar y dejar de escribirle al pasado... pero por ahí he escuchado que mirar para adelante y darte cuenta que no dependes de nadie para mover tus dos piernas es una buena manera de dar el primer paso... ¿a dónde?... al segundo paso, al mañana, a reencontrarte, donde las amapolas no caigan de tus manos... nazcan en ojos ajenos. Donde escribirle al pasado se vuelva arte controlado por ti, porque sólo se puede sumergir en el mar cuando ya sabes nadar, donde escribirle al mañana sea motivo de días y puedas recordar cosas sin temor al dolor y la necesidad, porque sólo un corazón sano habla del pasado sin esquivarlo ni dañarse.

Escribes directa y muy bien. Saludo.

Jorge dijo...

Ne gusto tu estilo claro, el amor es muy difícil, es como el fuego, nos puede hacer daño. Saludos

Iván dijo...

Joder Juls, qué maravilla... no tienes fin !!!

Anónimo dijo...

Puede ser...

muak muak MUAK

Anónimo dijo...

cuando no sé expresar lo que siento, ya estás tú para dejarme cao con uno de tus poemas. gracias, por ser así y por no cambiar, ni si quiera por los "inmerecedores" a los que dices te quiero.

pero yo, si que te quiero.
Incondicionalmente Isabel Soriano Arranz.
PD: te echo de menos.

Harold Diaz dijo...

Pff me encantó, has plasmado ese terrible desamor que tanto duele y tanto enseña.

Un placer leerte Juls!

Saludos!

Anónimo dijo...

Julia chavala, te has salido!! Grande!!

natalia guerrero dijo...

Bueno cuantas promesas como esas habremos roto... SIn duda ya lo decían en su canción Los piratas, "promesas que no valen nada". Besos
PD: Me ha encantado.