Es difícil decir lo que quiero decir
es penoso negar lo que quiero negar

mejor no lo digo
mejor no lo niego.

Mario Benedetti. "EL PUSILÁNIME",
de "El olvido está lleno de memoria".

martes, 16 de marzo de 2010

La memoria de la piel

La piel, con su memoria inquebrantable, no entiende de palabras,
y emerge en su lenguaje de entre el vello, como lo hace la espuma
con las olas al acariciarla el viento, que sin mente ni alma se convierte
en la huella perenne que lame cada día lo que terminar de lamer no pudo
en otro tiempo, en esta vida, con la misma rabia, con el mismo amor.

La piel, con su lenguaje inamovible, no necesita de palabras
para entenderte, para escucharte, para ser un puente de piedra eregida
mucho tiempo ha, para ser un cable de estoica disciplina al que encomendar
mensajes morse de contenido prescriptivo, similares al ponerse el sol
sobre los sueños de quien se cree capaz de vencer al mundo, siendo uno.


La piel, con su recuerdo ingrato, reconoce el tacto que un día le quedó adherido
como perfume (que creía) inocuo, y su mudo grito no alza voz, y su herida honda
no sangra, pero te conoce, te adivina, te recuerda y rememora cuando tu cuerpo
acude al mío para demostrarle que no somos ni seremos más amnésicos
mientras entre tú y yo no haya más que piel, memoria, lucha, pérdida y pacto,
y cenizas...

...que a una caricia tuya prenden solas.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Piel, caricias, cenizas, más piel, más caricias, más cenizas... quién quiere más???

Besos.

Anónimo dijo...

"La piel es la memoria más amarga, cruel y duradera", como dijo un poeta maravilloso.

Anónimo dijo...

;) has vuelto!

Anónimo dijo...

Nunca me fui.

natalia guerrero dijo...

La piel es así... Ojala supiera olvidar, pero me temo que tampoco. Besos