Es difícil decir lo que quiero decir
es penoso negar lo que quiero negar

mejor no lo digo
mejor no lo niego.

Mario Benedetti. "EL PUSILÁNIME",
de "El olvido está lleno de memoria".

miércoles, 12 de mayo de 2010

Dónde está el botón del rewind

Ojalá pudieras meterte en mi estómago y ver como me aprieta este miedo horrible, este miedo sobrehumano, este ver de cerca conseguido aquello que has luchado, que has pedido sin moverte desde casa. Lo que creías te haría feliz se vuelve verdugo al plantarse frente a tu cara y decirte “aquí estoy, para cobrarme esa entrega tuya, para poner a prueba esos sueños”.

Ojalá alguien de este mundo pudiera soltarme estas tenazas de pesado hierro, alguien que me zarandée y me diga “hazlo”, y de un tortazo me quite este miedo que no es más que eso, puro miedo, miedo irracional, miedo animal a no estar a la altura, miedo a no dejar de ser pequeña, miedo a poder comprobar que no seré capaz de cambiar nunca, miedo a mi insatisfacción crónica en fase aguda, miedo a lo que me encuentro, miedo a lo que me pierdo.

Si se alía el universo y es mi nombre uno de la lista, si quiere el azar, el destino, la suerte puta, que sea mi nombre uno de esos nombres, y mi cuerpo uno de esos cuerpos, veremos en qué lugar se queda mi alma, veremos a qué lugar van a parar las dudas. Veremos si lo que creí cura no se vuelve perdición, y si no hay retorno para el paso que amenaza con quedar perdido entre el fango que deja la lluvia tras de sí.

Ahora mismo quiero ser cobarde, y huir, que aún estoy a tiempo. Olvidar lo que he empezado, deshacer el entuerto, refugiarme en las faldas de quien me quiera cobijar, llenarme los oidos de los contras, justificar lo injustificable, defender lo indefendible, valorar lo invalorado y desear lo que hasta hace unos minutos no he querido. Dormir. Crecer despacio, controlar la situación.

Esta incertidumbre, esta supuesta serena espera, va a acabar conmigo.

2 comentarios:

JoseAndrés dijo...

Hay una veleta muerta en mi tejado,
una brújula encallada en pleno atasco
mientras el tiempo galopa en segundos alados.

El viento me silba un réquiem al oído,
los rotos no son ya sólo descosidos,
y la incertidumbre el más cruel jeroglífico...

Me acuchillan las agujas de un reloj
y las dudas hacen conmigo budú;
mientras vacila el mundo
pretendo el suicidio de mi despertador...

Au yeah!!

Mucho mucho ánimo, y valentía... Y que sea lo que tenga que ser (lo que te diga tu corazón, vaya). Un bsooo

natalia guerrero dijo...

Huir nunca es una opción ... Animo y hacia delante.