No habrá perro sabueso que me siga cuando encuentre el valor de tragarme la tierra, de fundirme entre la niebla, de correr. No habrá lugar en el mundo que me sirva de posada, lamento que me traiga de vuelta, culpa que no me deje dormir.
Correré y correré hasta romperme las rodillas,
correré y correré hasta volar por los tejados,
llegaré hasta dónde aún no he llegado y te sonreiré, desde ese lado, por fin desde ese lado.
Y todo lo que hice mal, lo que perdí, tendrá sentido,
y todo lo que no lo tenga (si para entonces no me ha consumido) lo lamentaré
(Lenta, profundamente, con ternura, con remordimiento).
O quién sabe, tal vez sin él.
2 comentarios:
por fin de ese lado.
Me encanta
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