Y se levantaban con las piernas, comían con la boca, se rascaban con los pies. Con orejas escuchaban y de la garganta hasta reían. Pero el miembro amputado, según los médicos, duele (cosas del cerebro).Ella veía la guitarra, pero sin él (sin ellos) ya no podía tocarla.
Veían la vida y no podían cogerla, veían la felicidad y no sabían como agarrarla. Sin manos, sin brazos, sin hombros, tullidos, muñones, amputados por amor, sin amor.
Y la vida siguió, como siguen las cosas que no tienen mucho sentido. Poniendo flores de a turnos en la tumba de sus brazos, llorando a turnos, sin decírselo (para no encontrarse) por los que eran antes, cuando estaban completos, con brazos, con ganas de usarlos.
Y la vida siguió, muy poquito a poco, y ella desde la derecha, y él desde la izquierda, de seguro (y aun sin brazos), siguen soñando con seguir queriéndose, aunque sea un poco.
Suena: La habitación roja :(
3 comentarios:
es tristísimo...
un abrazo, grande
es muy bonito.... ojalá vuelvan a encontrarse en el centro...
¡Ojalá vuelvan a encontrarse en el centro...!
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