Es difícil decir lo que quiero decir
es penoso negar lo que quiero negar

mejor no lo digo
mejor no lo niego.

Mario Benedetti. "EL PUSILÁNIME",
de "El olvido está lleno de memoria".

jueves, 18 de agosto de 2011

La historia de la chica que quería un poco

Por mutuo acuerdo ambos amputaron aquel día respectivos brazos, con caricias y pañuelos. Ambos enterraron brazos, con escoba y pala, pico y pala, pico y pala. Y se levantaron de propio pie, ella dirección derecha, él izquierda. Decidieron no volver a verse, por el bien de las heridas.

Y se levantaban con las piernas, comían con la boca, se rascaban con los pies. Con orejas escuchaban y de la garganta hasta reían. Pero el miembro amputado, según los médicos, duele (cosas del cerebro).Ella veía la guitarra, pero sin él (sin ellos) ya no podía tocarla.

Veían la vida y no podían cogerla, veían la felicidad y no sabían como agarrarla. Sin manos, sin brazos, sin hombros, tullidos, muñones, amputados por amor, sin amor.
Y la vida siguió, como siguen las cosas que no tienen mucho sentido. Poniendo flores de a turnos en la tumba de sus brazos, llorando a turnos, sin decírselo (para no encontrarse) por los que eran antes, cuando estaban completos, con brazos, con ganas de usarlos.

Y la vida siguió, muy poquito a poco, y ella desde la derecha, y él desde la izquierda, de seguro (y aun sin brazos), siguen soñando con seguir queriéndose, aunque sea un poco.

Suena: La habitación roja :(

3 comentarios:

galmar dijo...

es tristísimo...
un abrazo, grande

Anónimo dijo...

es muy bonito.... ojalá vuelvan a encontrarse en el centro...

Anónimo dijo...

¡Ojalá vuelvan a encontrarse en el centro...!