Se cuela un ritmo de electrónica lenta
por las rendijas de la persiana,
y queda escondido, como herido, entre la almohada
y mi cabello, empapado de sudor.
Los ángeles no nos miran esta noche, pues está
cerrado por derribo el escaparate donde exhibirnos,
y testarudos seguimos interpretando a oscuras una farsa,
fingiéndonos clandestinos por no confesarnos olvidados.
Se cuela por entre las rendijas de las sábanas
un ritmo de electrónica muerta,
y queda escondido, como herido, entre mi cabello
y el testigo de la almohada, el resto de un fantasma
que cree engañarnos, disfrazado de sudor.
Que cree engañarnos. Pero no.
5 comentarios:
Guau! quien fuera empape de tu cabello...
Besos
¡Qué bueno! Me encantó el poema y sobre todo eso de "que cree engañarnos. Pero no" Cierre tremendo.
Bss :)
Me parece precioso este texto. Consigues atrapar la belleza con las palabras y hundirla hasta el corazón. Te felicito. Besos.
Aunque parezca perdida, estoy más que nunca. Te leo siempre y me das las fuerzas de siempre, esas que me diste el primer día que pisé Dublín y el último que te vi. Te quiero un montón aunque en este período estresante de mi vida no pueda demostrártelo.
Isabel Soriano Arranz.
Bueno es un texto muy triste, pero cuando eso se sientem no se puede hacer nada. Besso
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