Es difícil decir lo que quiero decir
es penoso negar lo que quiero negar

mejor no lo digo
mejor no lo niego.

Mario Benedetti. "EL PUSILÁNIME",
de "El olvido está lleno de memoria".

lunes, 19 de noviembre de 2012

La dulzura de la voz


Llegó al páramo oscuro y para cuando subió a la cumbre no encontró la dulzura de la voz. No le dio importancia y plantó en su lengua piedras, y habló, y habló, y habló. Tenía tanto que decir, tanas ganas de hacer justicia.
Rodaron por la loma y abrieron las compuertas con su peso todas y cada una de las piedras, y se fueron a arrasar los campos. E hicieron justicia. Encendieron la pira y no se salvó ni uno de los herejes, ni uno. No se salvó tampoco la dulzura, ni la voz.
Y ella se encontró de golpe desnuda en el páramo, titiritando de frío, esperando que pasara algo. Una venganza. Una queja. Algo.
Que le volviera la voz al cuerpo, tal vez. Que le volviera la vida en éxodo, que la vistiera y la sacara de allí, corriendo.
Una excusa (una razón) para tener que resignarse y empezar de nuevo.

1 comentario:

Sonia dijo...

Hazme el favor y publica un libro. s'il vous plaît :)