Es difícil decir lo que quiero decir
es penoso negar lo que quiero negar

mejor no lo digo
mejor no lo niego.

Mario Benedetti. "EL PUSILÁNIME",
de "El olvido está lleno de memoria".

miércoles, 21 de enero de 2009

Te quiero, guapa mía...

El primer día que te vi yo era una chica asustadiza y tímida sentada en el fondo de la clase, y tú llevabas falda, pelo largo , camisa y bolso a rayas. Aquel día me llamaste la atención.
Por joven.
Por alegre.
Por sentarte a tres cuartos de mí.

El segundo día viniste directa a mi fila del fondo, y me hablaste como si me conocieras de toda la vida, como si yo te cayera bien.
Esa tarde dejaste caer sobre nosotras la primera piedra, y aún hoy la guardo entre los pliegues de la memoria, y estos tres años no son nada para los tres mil más que nos quedan por vivir, juntas.

No me sale la poesía contigo porque tú eres hechos, porque todas tus palabras valen por dos, porque me entiendes, porque me escuchas, porque me valoras, porque me quieres, porque sé que me necesitas. Porque por supuesto tú eres una prenda del perchero. Todos lo sois, pero sólo tú me has pedido perdón.
Y no hay nada que perdonar.
Me compensas.

Y en uno de tus arrebatos me exiges mínimo un párrafo. Y es que parece que no entiendes que tú eres mucho más, que tú estas fuera de toda página. Parece que tus minicelos a veces te tapan los oídos y no te dejan que me escuches cuando grito que te quiero, que te quiero a rabiar.
Quizá no sepa hacerme oír, quizá me cueste acariciar. Sólo sirvo para estar callada e intentar hablar en el momento oportuno, y reconozco que muchos de los días necesito huir del mundo. Sólo me salva que lo único que quiero es que tú estés bien, aunque el granito de arena se me quede en el tintero.

Pero te quiero mucho. Porque eres fuerte. Porque me contagias tu fuerza a mí. Porque consigues que crea que valgo, que puedo con todo y con más, que me merezco la luna. Y si sacas un hueco hasta me ayudas a bajarla. Tú siempre tienes recursos para lograr, para conseguir, para sacar, para tirar para alante.

Y aunque a veces sienta que se me escapa el tren en el que tu marchas hace ya mucho, y aunque me cuesta seguirte el ritmo, (imagina ya pillarte), sé que no es obstáculo porque donde tú tienes negativo yo te pongo el positivo, y viceversa, y aunque no entienda de antenas ni de w ni de thetas, hasta donde yo llego a dos polos opuestos nada los separa.

Así que espero que este párrafo te llegue como bofetada cuando no confíes en mí, como abrazo cuando me extrañes, como risa cuando estés triste, como cuerpo cuando estés sola, como oreja cuando te revienten en el pecho las palabras.


Porque te quiero, pequeña. Aunque seas teleca ;)

3 comentarios:

María dijo...

… qué puedo decir? Que me encantas, que te quiero, que te admiro, que me encanta hacer planes contigo, que me gusta escuchar tus cosicas, tus bailes, nuestra guitarra, contarte mis penas sólo a ti…
Todas las cervecicas que nos quedan por tomar!
Y si, a veces me pongo celosilla, jeje, pero nunca mais.

Anónimo dijo...

muy,muy bonito...

por 1 momento pensé que era para mi...que cosas, puede estar tranquila tu amiga y si celillos que es tu preferencia claramente.

Anónimo dijo...

Es precioso.. Es bonito tener amigas a las q escribir eso (lo sé por experiencia) así q cuidala. besos