Es difícil decir lo que quiero decir
es penoso negar lo que quiero negar

mejor no lo digo
mejor no lo niego.

Mario Benedetti. "EL PUSILÁNIME",
de "El olvido está lleno de memoria".

miércoles, 22 de abril de 2009

Toc Toc

Ella siempre supo que antes o después siempre llega el final, de manera que cuando aquel principio tocó a su puerta perfectamente vestido de esmoquin negro con un ramo de flores, antes de cerrarla le dijo “No me interesas. Para que te voy a dejar entrar si tarde o temprano te voy a ver salir”.
El segundo principio era más tímido, más joven, pero obtuvo la misma respuesta.
Y así fue dejando pasar principio tras principio, creyéndose la más lista, creyendo que a ella nadie la haría llorar como en alguna ocasión lloraron sus vecinas. Creyéndose más fuerte, más sabia, más mujer; pasando los días sentada en su inmaculada habitación.
Que dejaran poco a poco de ir apareciendo principios poco le importó, eran viajes que ahorraba a la puerta, era saliva que no desperdiciaba diciendo no, y ella, cada vez más vieja, cada vez más débil, ya no se lo podía permitir. Todos y cada uno de esos principios no eran sino finales que astutamente había evitado llegar a conocer.
Hasta que un día volvieron a llamar a la puerta, y en esta ocasión no era un nuevo principio, sino el último, el único final. Y para su sorpresa, aquella vez no le dejaron decir no.

12 comentarios:

Peluche de Felpa dijo...

Precioso. Da bastante qué pensar.


Nunca deberíamos decir "no" a un posible comienzo, pues nunca sabemos cuales de ellos no tendrán final, y se convertirán en un sueño permanente.


Me sorprende cada dia, señorita.

Kisses

Anónimo dijo...

No le dejaron decir que no...o ni siquiera hizo por decir no??? Creo que más bien lo segundo...un besito

Amapola Psicovisceral dijo...

oh..mañana a esta hora estaré en àriiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiis!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Deseadme suerte.. ^^
Nos vemos la semana que viene

Anónimo dijo...

Hola, chica feliz.

Tengo un serio problema, entonces... me dan miedo los principios, y me acojonan los finales... ¿de qué debo protegerme yo ahora?

Unknown dijo...

espero que no sea autobiográfico...

Kevin morán dijo...

que raro final.
pobre chica.

saludos!

Edu dijo...

Todo principio, esconde un final que al final le alcanza.
Un Saludo.

mirando el horizonte dijo...

Buen relato Juls
Me ha gustado, pasaré a menudo por aquí
Besote
Ángel

Petardy dijo...

Curioso cuento para contar breve, pero masgistralmente, una historia sencilla y a la vez compleja. Tengo yo cerca a una de esas supermujeres, invencinble y poderosa, a la que su último principio aún no ha llamado a su puerta, aunque a ella le trae sin cuidado el asunto ayayay... Un besito.

Harold Diaz dijo...

Hermoso, el verdadero final es inexorable.

Saludos!

Illystil dijo...

Un error fácil de cometer: negarse a disfrutar de los momentos de felicidad que la vida nos regala por miedo a sufrir cuando éstos terminen.

Muchas veces nos resistimos a creer la innegable verdad: que nada es eterno, todo tiene un principio y un final. Pero también nuestra existencia, y si nos damos cuenta de esto demasiado tarde, en el ocaso de nuestros días no nos quedarán placeres que recordar, pérdidas que añorar, ni historias que contar.

Un beso

simplementeyo dijo...

Precioso, impresionante, niña, q bien lo has contado y por supuesto si me quedaba alguna duda sobre si lanzarme o no, ahora diré un SÍII (mayusculo) a este principio, me da igual si luego hay un final. Besos