Es difícil decir lo que quiero decir
es penoso negar lo que quiero negar

mejor no lo digo
mejor no lo niego.

Mario Benedetti. "EL PUSILÁNIME",
de "El olvido está lleno de memoria".

lunes, 20 de abril de 2009

El privilegio de ser feliz

Cuando la vida la has sufrido y disfrutado con tanta intensidad, los años cuentan doble, las arrugas se marcan antes, la respiración ya se agita más difícilmente, y el sentido de las horas , y los días y las risas es siempre mucho más claro, más conciso, más directo y más limpio.

Y sé que quien tenga más años y lea esto reirá con condescendencia, pensando que soy una niña y no sé lo que digo, creyendo que los jóvenes nos creemos que la vida es lo que vemos a cinco escasos metros por delante.
Y en parte tendrá razón, y en parte estará equivocado, porque yo siempre fui vieja con el alma, y llegados a este punto, aún sabiendo cuántas cosas me quedan por hacer, creo que una vida completa para mí será suficiente, y que el día que muera moriré entera, vivida, y satisfecha.

Y esto lo digo porque ayer, en una revelación que me pilló por sorpresa, pero preparada, entendí que cada llanto y cada decepción que durante momentos me nublaron por completo, vivieron exactamente cuando tuvieron que venir, y me han ayudado de esa forma tan jodidamente particular (y efectiva) que acostumbra usar el dolor.
Sólo después de que me hayan tratado mal he sabido dar la importancia que se merecen los gestos nobles.
Sólo después de haber perdido toda fe en mi entrega gratuita puedo recobrarla sabiendo que ya no la entrego de primeras, ni a cualquiera. Como siempre debió ser.

De manera que por fin entiendo que incluso todo lo malo de este vida, de golpe se vuelve bueno, y eso, aunque parezca simple, me ha costado 22 años y medio averiguarlo.

Pero ahora que lo sé, empiezo a entrever que ser feliz en realidad es fácil, y que creo que una vida para mí será bastante, y que el día que muera moriré entera, vivida, y satisfecha.
Feliz de haber vivido, de haber tenido el privilegio de sentir todo lo que he sentido, de querer todo lo que he querido, de sufrir todo lo que he sufrido, de aprender todo lo que he aprendido y enseñar todo lo que he enseñado, y el privilegio de nunca haberme cansado de soñar.

18 comentarios:

Anónimo dijo...

alma vieja... pues no te queda nada X)

El camino perdido dijo...

Hay mucha gente que no descubre la felicidad hasta que tiene muchos años, si es que llegan a lograrlo. Así que sí, podemos decir que, de alma, eres vieja.

Saludos;)

Eco dijo...

Yo soy de las que piensa que la edad son sólo números, y que se es igual de tonto a lo 20 que a los 50. También se puede ser igual de sabio a lo 20 que a los 50.

Y lo de ser feliz... diría que hay incluso más posibilidades a esta edad. Felices por lo que hemos vivido y por la certeza de lo que está por venir.

Un beso

Martín Gardella dijo...

La felicidad viene con el paso de los años y el cumplimiento de cada uno de los sueños y proyectos...

Anónimo dijo...

Mi niña linda, ojalá ese espíritu fuese contagioso, y todos aprendiésemos de ti. Bendita juventud, no me atrevería a reirme de ti, ni con condescendencia, ni sin ella.

Besazos.

ELRAYAn dijo...

ainsss, cuántas veces te dije que poseías una madurez potente independientemente de tus 22...

yo nunca he pensado que seas una niña y no sepas lo que dices. Todos tenemos nuestro proceso. Yo he entendido muchas cosas a los 27, muchas otras a los 28, muchas otras a los 30, y muchas entendí a los 16. Esto es independientemente de la edad.

Lo que sí que puedo decirte, sin negar la intensidad de tu vida, es que te quedan muchas y variadas cosas por vivir, que la suerte que tienes es que aún tienes 22, que te cambio la edad cuando quieras, y que mis casi 31 me empiezan a pesar como una losa.

Pero a eso también hay que aprender. Tú aprendes, yo aprendo, todos aprendemos, y en eso consiste la vida, nada más.

Es posible que muchas de las cosas que sientas las haya sentido yo ya, es lo que tenemos la gente que vive las cosas intensamente, entre las cuales te incluyo. Así que si alguna vez (como ha sucedido siempre) necesitas algo, hazmelo saber. Ya sabes que yo encantado.


Y VIVA MURCIA Y SU CHAPAPOTE DE CARNE

Edu dijo...

Confieso que he vivido, dejo escrito Pablo Neruda, ese epitafio, deberia ser el de todos nosotros. 22 años y medios, te quedan muchos besos por hacer y de llenar dias de felicidad.
Un Saludo

Unknown dijo...

no creo que nadie por muy mayor que sea tenga derecho a reírse con condescendiencia por lo que acabas de escribir. no creo que nadie por muy mayor que sea tenga derecho a decirte cuánto te queda, o no, por vivir y experimentar. hay gente que muere mayor y habiendo tenido una vida plana, sin sobresaltos, pero no por ello ha tenido que ser menos feliz que aquél otro que haya dado la vuelta al mundo cuatro veces. pero si has conseguido darte cuenta de lo sencillo que es ser feliz te animo a que sigas por ese camino, y que le plantes cara a las adversidades con una sonrisa y un buen par de ovarios.
besitos!!!!
(espero que no me haya salido muy paternalista...)

Anónimo dijo...

Nunca se es tarde ni pronto, y al mismo tiempo parece que a veces se nos hace tarde o llegamos muy rápido...Al leer este último post sé que hay incluso veces que las cosas ocurren justo cuando tienen que ocurrir e incluso algunas veces la primavera se adelanta a un 9 de marzo y nos pilla maravillosamente por sorpresa...No dejes nunca de soñar amapola!!!

Peluche de Felpa dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Peluche de Felpa dijo...

Es fácil sentirse identificado con esta entrada.
Todas las personas que nos trataron bien (y mal) a lo largo de nuestra vida, y todas esas cosas que pudimos hacer y no hicimos, y todas esas cosas que hicimos y que quizás no deberíamos haber hecho, esos errores y aciertos que hemos ido acumulando forjan nuestra manera de ser hoy en día y hace que sepamos valorar un buen gesto, una sonrisa, algo o alguien noble, o simplemente sentarnos a disfrutar del sol en un parque, un sábado por la mañana.

La vida está llena de nimiedades. Tantas que si fuéramos conscientes de ellas nos abrumaríamos. Conforme pasan los años aprendemos a disfrutar cada una de ellas hasta ser felices con algo cada vez más pequeño y abstracto.

La vida está llena de sueños y gracias a nuestras pasadas experiencias podemos cada día soñar más y mejor, y movernos en dirección de esos sueños para hacerlos realidad.

Disfrute de su vida, pequeña artista. Y como bien le aconsejaron un poco más arriba, no deje nunca de soñar :)

Peluche de Felpa dijo...

PD. el comentario eliminado de arriba corresponde a una corrección ortográfica ^_^

andrés dijo...

Es grandioso cuando alguien descubre lo que tú has descubierto, saber que el dolor es necesario al igual que la felicidad para ser mejor, para estar más preparado.

Yo tengo más de veinte y me siento igual que cuando tenia 17 y caminaba con mi ropa oscura por el invierno, quizas porque yo envejeci por dentro muy rapido, quizas demasiado... que poco a poco me estoy poniendo al nivel

Muy bella entrada amiga

un abrazo

andrés

Quijo - Meli Polo Fdez dijo...

Se aprende cometiéndo errores, se aprende cuando te joden y caes, se aprende siendo consciente y mirando hacia delante. UN besazo y a seguir con ganas!!!

simplemnenteyo dijo...

PUes niña, yo tb soy una vieja, siempre lo fui. Y como dices tú he vivido intensamente y no me arrepiento pq como tú llegué a la misma conclusión.. así q sigue para delante y por fa, aunq hayas entendido eso, nunca pierdas tu alma de niña. Besos grandotes.. Ay, nunca dejas de sorprenderme, por eso me encanta venir por aquí.

Pablete dijo...

Juls, querida amiga, seguramente soy uno de los más mayores por aquí, y jamás me atrevería a reirme de ti. Esta entrada tuya me ha sorprendido muy gratamente (bueno no, que de ti me espero cualquier genialidad).
Sigue así cielo, aprendiendo, riendo, llorando...en definitiva: VIVIENDO.

Hoy te has ganado al menos 17 besazos...

Amapola Psicovisceral dijo...

Jo, muchísimas gracaias a todos por perder el tiempo con comentarios tan personales y sentidos en mi blog, sin duda no caen en saco roto. Y esque aunque la mayoría no tengáis cara para mí, sois ya una parte indisoluble de mi vida....

un besito a todos, y muchas muchas gracias por estar siempre ahí....

Illystil dijo...

Nada de lo que nos sucede en esta vida es en vano, ni la felicidad ni el dolor; ni ninguno de los acontecimientos que encontramos u observamos en nuestro camino. Todo contribuye a formar la persona que somos, y de nosotros depende saber aprovechar estas enseñanzas.

A mí, comprender todo esto me ha llevado casi 27 años, algo más que a ti. Pero merece la pena en cualquier caso, porque constituye un motivo más para sentirte orgullosa de lo que eres, de lo que fuiste capaz de dejar atrás...
y también ilusionarte por lo que te espera aguas adelante.

Un beso