Cuando se cierran las puertas del ascensor
y desaparece toda distracción mundana,
de un plumazo quedamos solos tú y yo,
el pálpito asfixiante
y el vaho.
Entonces toda distancia es mucha,
todo camino es pesadamente largo,
y tenemos que contárnoslo más cerca,
todo lo cerca que soporte la piel
en este silencio incendiario.
Y cuando se abren las puertas
y dejamos que salga y se escape
el secreto de nuestra dulce intimidad,
todavía tenemos la suerte
de que nos queda todo lo demás.
(4)
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Suena "So far", de Olafur Arnalds.
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