Dedicado a los corazones de Salzillo, que tienen boca.
Me llaman La temeraria
porque me hago cada día el harakiri*
y te muestro la vida al otro lado
a través de mis costillas.
Puedes acercarte a mirar
todo lo que quieras,
(espero que no te importe
que disfrute como una loca
-como una niña-
verte bucear entre mis pulmones,
acariciarme el bazo,
apretarme sin piedad las tripas).
Y todo lo que veas de ese lado
será como nosotros queramos,
a nuestra rúbrica y estilo,
y de la misma manera que allí las cosas pasan
sin ni siquiera haber ocurrido,
nos diremos todo lo importante
sin tener que haberlo dicho.
(10)
* suicidio ritual japonés por desentrañamiento.
Todo lo entrañable tiene que tener entraña.
Si no, no marca.
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