Cuando la Tierra sea colonizada,
cuando ya no existamos en el mundo
ni tú ni yo, ni nuestros sobrinos ni sus plumas,
cuando la tortilla, el bizcocho de nuez picada,
ya hayan mutado mil veces su estado físico
en el ciclo de la reproducción,
aún estarán en aquella vieja máquina
tu nombre y el mío, entrelazados,
eternamente haciéndose el amor.
(9)
No hay comentarios:
Publicar un comentario