Medio segundo del mar a lo lejos contigo
es mejor que medio segundo de nada con nadie.
Pero no me puedo engañar aunque quiera,
ha sido solo medio segundo.
Y tarda menos en evaporarse
de lo que habríamos estado seguro
mojando los pies en el agua,
dejando las huellas en la orilla,
dibujando, tal vez con un palo,
tu inicial y la mía.
Ha desaparecido antes de guiñar los ojos
de llegar a lo alto, a la cima
y besarnos bajo los geranios.
Habría sido una bonita foto,
enmarcada en la cal de la pared y el blanco,
no tendríamos que haber ajustado los niveles
ni el contraste, aún descentrada
habría estado dulcemente bien.
Pero el mar ha desaparecido de repente,
no he podido estirar los brazos y cogerlo,
no me ha dado tiempo,
esta vez no he sabido detenerlo.(18.1)
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