Se van yendo uno a uno, a la vez, todos los que son.
Nos dejan con la noche por delante,
pero el día ha sido largo para ambos,
no tenemos fuerza para dar el do de pecho
para quebrar el techo entre los dos.
En tu regazo encuentro todos los silencios del mundo
han venido a preguntarme dónde estaría mejor.
Los paladeo y derrito a fuego lento, amigos míos,
escucho a través de ellos tu respiración.
Atracamos por fin el barco en puerto conocido,
anudamos como marineros brazos, piernas, pensamiento,
pero el tuyo se escapa como una cometa rebelde,
fuera de control.
Tranquilo.
Yo vigilaré tu sueño a costa del mío,
esta noche seré yo tu guardia, tu pelotón de
fusilamiento,
la almena, el faro de guía, tu capitán imberbe,
el tic tac de tu reloj.
Deja de pensar y duerme, pequeño saltamontes,
que la noche es más vieja que nosotros
y estás completamente a salvo en esta habitación.
Suena “Wrong
Side”, de Chris Cornell.
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