Es difícil decir lo que quiero decir
es penoso negar lo que quiero negar

mejor no lo digo
mejor no lo niego.

Mario Benedetti. "EL PUSILÁNIME",
de "El olvido está lleno de memoria".

martes, 24 de febrero de 2009

Carlinhos "Gareth" Brown

Enlatada como sardina en un avión de bajo coste, dejando atrás la noche, el frío de la calle y la cara de turista “ruda”. Y a la lista de cosas que he hecho y que he guardado para la próxima vez que venga a veros te unes tú, como si no hubiera sido broma tu anillo en mi dedo, y all the single ladies put your hands up.

A las 8.30 en Canarias apareces hablando por teléfono en alguna parada de metro y yo no me entero ni de tu nombre. Pero poco importa, eres clavadito a Jude Law.
Mi primer acercamiento, fallido, y en tu cena, borde. El curry te agría el carácter, y a mí me vuelve idiota.



Entonces viene Jack el destripador, y tras salvarme la vida un par de veces comienzas a mirarme diferente. Y sonríes, de momento sólo un poco. Hasta que la fábrica nos ve nacer.

Pongamos sobre el tablero de la mesa que soy la única capaz de hacerte nieve, y todo porque nadie sonríe al verla como los millones de poros de tus ojos azul british turquesa. Y te nevaría tantas veces como servilletas me quedaran, ya lo sabes.
Y te ríes, te ríes, te ríes, te ríes, te ríes y contagias. Haces que yo me ría, me ría, me ría, me ría por dentro y por fuera.
Eres un ángel.
A British angel.
Y quemamos yardas de distancia, y teñimos el aire de giros concéntricos, y me enseñas a bailar.

Voy a guardar tu perfume en un pequeño frasco, y añadiré al punto los pellejos de mis labios, mi nariz helada dentro de tu mano, tu cara a los 180º en una noche de autobús. Y tu chaqueta navy blue.
Hacía tiempo que nadie me hacía sentir templada, estar tranquila. Entre tus dos brazos los dos míos, y en el medio tú y yo intercambiándonos el alma y el arte y la saliva, en abstracto.



No. A mí este frío me resbala en los guantes y el abrigo. Yo nunca quise que llegaran el cinco ni el cero ni el dos. Y ahora sólo soy un punto a miles de kilómetros de ningún otro punto, salvo del que tengo al lado. Cruzando alguna nube que no es ni la mitad de suave que tu risa. Y pondré los pies en secano, y sólo serás lo mejor de lo mejor que Inglaterra puede darme. Aún en presente.
Así que gracias.

Gracias por hacerme reír, por reírte conmigo, por tu slang, por viajar de espaldas, por tu brazo de abuelo, por tu cara de lelo cuando me miras.

En definitiva, gracias por darme un segundo comienzo, y un perfecto final.

“And if you like me, then you should put a ring on me...” ;)

3 comentarios:

María dijo...

Te ha faltado un: "me estoy quitando"

Anónimo dijo...

Bueno, bueno... cuando digo que me teneis olvidada y no me contais las cosas del viaje lo digo con razón! Joooooooooo, qué pena no haber estado con vosotras para saber de qué hablais...

Anónimo dijo...

Bueno guapa, veo q yo vi una Inglaterra distinta, q pena... jajajj Pero bueno me alegro por ti, disfruta. Besos