Es difícil decir lo que quiero decir
es penoso negar lo que quiero negar

mejor no lo digo
mejor no lo niego.

Mario Benedetti. "EL PUSILÁNIME",
de "El olvido está lleno de memoria".

lunes, 3 de noviembre de 2008

Qué fácil sería todo si...

Qué fácil sería todo con levantar el rabo y dejar que me olieras el culo, y olértelo luego yo a ver si somos afines, y que nos reconociéramos los iguales con los ojos, y con la nariz, y con las manos, y pudiéramos no perder el tiempo en la gente que no merece la pena, en la gente que menoscava nuestras defensas y sólo sirve para que disfracemos nuestro fracaso de un eterno aprender de lo vivido. Ojalá no fuera necesario, ojalá todo me fuera bien del primer día al último y lo único que tuviera que tener claro es que ser feliz es jodidamente fácil, y que sólo necesito latir sin límite y sin barreras autoconstruidas y sin miedos a las incertidumbres.

Que fácil sería todo si pudiéramos ser animales y cómo los animales sentir, si pudiéramos ahorrar el amor tirado a la basura e invertirlo desde un comienzo en fondos de interés y letras del tesoro que te devolvieran beneficios triplicados en forma de amor del bueno y del correspondido, sin lugar a dudas y sin riesgos de crisis.

Cómo cansa aprender para nada y creer encima que nos va a servir para algo, y fingir que realmente creemos que esa es la gracia de la vida cando cualquiera de nosotros firmaría desde ya la licencia para ser felices eternamente.

Cualquiera que no esté loco.

Lamentablemente somos muchos los locos...

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