Es difícil decir lo que quiero decir
es penoso negar lo que quiero negar

mejor no lo digo
mejor no lo niego.

Mario Benedetti. "EL PUSILÁNIME",
de "El olvido está lleno de memoria".

sábado, 20 de septiembre de 2008

Niño malo, niña mala, niña idiota

Perdoné todas tus mierdas, y nunca mejor dicho, porque pensaba que venían con el lote, que tú eras así y así tenía que aceptarte. Viví en el sótano durante muchos días, sólo porque ocasionalmente venías a buscarme para subirme arriba a pasar la noche, porque ese día estabas de buen humor.
Y aún así me compensaba.

Y ahora descubro que a parte de frío y egoísta, eres cínico y mentiroso. Que no sé cuántas alcobas has visitado antes y después de perjurarme que jamás habías sentido esto por nadie, que nadie como yo para ser la madre de tus hijos. Me vendes por un rato de sexo, y además, ya conocido.

Y te ves descubierto y lo único que tienes que decir es que te borre de mi vida, porque tú piensas hacer lo mismo.
Borrar. Como si fuera una prófuga, como si te hubiera maltratado, como si sólo te hubiera traído mal. Borrarte de mi vida es lo único que quiero, porque conocerte, y amarte, (y créeme si te digo que es la primera vez que pienso esto en toda mi vida) hace que me arrepienta como de nada que haya hecho nunca.

Sólo extraigo una cosa positiva de que te cruzaras por mi camino, y ha sido conocer los cádaveres que has dejado a tu paso, descubrir que fui tonta, pero que hay otras tontas como yo que preferimos llamarnos de otra forma. Lo mejor ha sido descubrir que la chica a la que cambiaste por mí, y a la que aún visitas, comparte mi forma de respirar, mis piernas con difícil depilación, que me encanta su forma de vivir, su forma de usar el verbo, aunque tanto yo como ella sepamos que está destinada a ser infeliz siempre. Porque se quiere muy poco. Y yo, gracias a ella, apoyándome en su dolor, que es el mío, viendo su forma indigna de amar, que tan parecida es a la que vengo usando muchos años ya, la tomaré como ejemplo de lo que no s e debe hacer, y cambiaré. Deseando con todas mis fierzas que ella también lo haga.
Y que algún día pueda ser feliz, dejar de ser la niña mala, la bruja, dejar de buscar niños, y encontrar un hombre. Que no la ate a la cama. Que no le regale las sobras.

Y yo sé que ella puede, porque es puro corazón.
Hazlo por mí, y por ti.

1 comentario:

LoOla dijo...

Tienes mi mail, no más.

Besos brujos!