Es difícil decir lo que quiero decir
es penoso negar lo que quiero negar

mejor no lo digo
mejor no lo niego.

Mario Benedetti. "EL PUSILÁNIME",
de "El olvido está lleno de memoria".

martes, 21 de octubre de 2008

Maldita seas, estúpida víbora...

No sabes el tiempo que llevo preparándome para el momento en que me pidas ayuda poder negártela, para demostrarte que realmente te desprecio, que me repugnas, que no soporto que te me pongas cerca y me hables con esa voz repipi que se me clava entre ojo y ojo y me perfora las entrañas. No te soporto, y por fin me podré vengar. Te tengo a mi merced. Me necesitas. Vienes mendigando y me mendigas. Ahora es el momento. Ahora por fin podré decirte NO.

Pero no puedo.
No puedo.
Te veo acercarte y no puedo negarte lo que me pides. No me cuesta nada echarte un cable, explicarte lo que no sabes y yo manejo de sobra. Con qué estúpida jutificación puedo convencerme a mí misma de que estoy siendo justa, de que realmente tengo razones suficientes para dejarte tirada. Sí, Te odio. Pero eso no me basta. Yo no soy así. Yo no puedo verte muriendo, no puedo verte desangrada y mirar con sonrisas. No me queda otra que ser como soy y aceptar que los NO no van conmigo.

Así que estás de suerte, querida. Todo te va de vicio, como siempre. Hasta en esto tienes más suerte de la que te toca.

Pero al menos siento que no pierdo en esta ocasión.
Porque hay veces que un NO mancha más que ayuda.
Y espero que ésta sea una de ellas...

1 comentario:

Anónimo dijo...

calmacidad.

no te pongas así

eso es darle a esa "víbora" demasiada importancia.

Sé una señora, en la indiferencia está el mejor rencor.