Es difícil decir lo que quiero decir
es penoso negar lo que quiero negar

mejor no lo digo
mejor no lo niego.

Mario Benedetti. "EL PUSILÁNIME",
de "El olvido está lleno de memoria".

viernes, 17 de octubre de 2008

Hoy....

Hoy pasé por la calle por la que normalmente se me revienta una costilla. Me late demasiado fuerte. Pero bueno. Late ya muy poco.

Hoy tiré de agenda. No hay plan para esta noche. No hay nada que vaya a sacerme hoy del tic tac de un sofá ya descolorido. Tiene la mancha de mi cuerpo, de mi ordenador, de las horas tiradas a la basura, sin poderse siquiera reciclar.

Hoy cené demasiado. Comí demasiado. Y me ha venido la regla. Me pesa la vida de cintura para abajo, de rodillas para arriba.

Hoy recuerdo cuando el tipajo aquel de pelo engominado, cuyo nombre no recuerdo, me dejó porque tenía mucho que follar, que beber. Me hace gracia pensar que dudo que haya podido hacer más de lo que he hecho yo. Es imposible, y no deja de ser cómico, ¿verdad? Tengo la mente, el cuerpo y el alma más usados en un mes que en toda mi vida. Pero bueno, a mí estas cosas no me dan ni frío ni calor. Siempre he premiado la calidad a la cantidad, la estabilidad a lo eventual. El morbo nunca fue conmigo...

Hoy me he dado cuenta de la cantidad de hombres que han muerto en la guerra últimamente. Podría buscar los cadáveres y darles sepultura, como ferviente viuda que me gusta ser. No sé, llorarles un poco. Dedicarles un epitafio de melodramático amor superficial. Pero bueno, mejor así... Lo mismo mañana descubro que están vivitos y ensartando sus espadas en carnes más frescas, así que mejor dejarles hacer. Porque yo soy una señora... Me lo ha dicho un amigo hace poco... :)

Hoy me han ofrecido un puesto de bufón en la corte de la Señorita Femenina y el Caballero Neoviril, bellíiiiiiisimos ambos. Ken rubio y Barbi malibú. No hace falta llevar el uniforme. Basta con hacer el ridículo y entretener a sus altezas, que reirán protocolariamnete, disfrutando del show tan campechano, tan de andar por casa, dedicándose entre acto y acto miradas de arrobada admiración (esque son tan guapos ellos....) para luego retirarse a la alcoba adornada con plumones de ave celestial. El bufón se retira a casa con la cara aún pintada, y de premio le dan palmadita en la espalda y un "no hay nadie como tú". No. No hay nadie como yo. Pero tú aún no lo sabes. Yo aún no lo sé. Pero en eso estoy...

Hoy dejé sin aliento mi habitación, sin hacer nada. Sin esfuerzo. Sólo tuve que abrir la boca y respirarlo todo. La limpieza la dejo para otro día. Hoy estoy de un profundo usual, hoy me toca comerme la cabeza, hacer rebanadas de masa encefálica y congelarlas para las vacas flacas que nunca llegan. En mi cabeza nunca hay crisis. En mi cabeza siempre hay tema.

Hoy escucho canciones que nunca imaginé pudieran escribirse. De dónde sacará la gente esas ideas. Como podrán juntar las palabras de ese modo. Cómo pueden calarme tanto. Me dan la vuelta, me dejan hecha un trapo, arrugada y exhausta.
Hoy me propongo apuntar las frases que más me llegan. Si no supero el cupo máximo de plagio podré juntarlas todas y hacer la canción del siglo. Debería serlo, estadísticamente. Perfección más perfección más perfcección debería ser igual a prefección triple, ¿no? Así lo aprendí yo en Matemáticas, y por aquel entonces aún miraba las pizarras.
Pues no. Dicen que el cuerpo humano tiene límite de placer. Seguro que la canción no funcionaría. Seguro que tanta belleza junta hace que pierda la gracia. La vida no te lo permite. El cuerpo no lo aguanta..

Hoy me iba a pintar los morros de color amapola. Pero siempre me los hacen quitar porque parezco una payasa. Eso dicen. Una payasa. Que rabia, que hastío, que pereza, tener que explicarme, tener que darme cuenta cada día que la gente no comprende nada. Los códigos ya están obsoletos. El mío no se entiende. Es ser payasa. Pero no quiero gastarme la boca. Mejor me los borro y finjo que así estoy más guapa, que esa también soy yo. Aunque se me vaya la mente al color que me han quitado, al color que no me he traido. A la yo que se quedó en casa esta tarde.

Hoy estaba escribiendo un último párrafo como colofón, este último párrafo para ser más exactos,en un tono semi-emo. Algún final depresivo-inmpactante, registro puramente literario, para vuestra información, pues de emo tengo poco... Estaba escribiéndolo cuando un amigo de complexión fuerte y mirada relajante, que duerme boca abajo muy gracioso (;P ) me ha pasado una cancioncilla endiabladamente tierna. Así no me puedo concentrar, jolines. Así no hay más remedio que bailar, y reir, y desear ser feliz a toda costa.
Maldito seas, JaBibi, hoy me has puesto contenta, muy contenta... :)

4 comentarios:

reykjabik dijo...

Hombreee, menos mal! Ya te estaba viendo con tu pelo tapándote un ojo, gritando endiabladamente mientras calzas unas Converse de cuadros y llevas un bolso de Tim Burton! Me alegro de que la canción te haya sentado bien, no se puede estar todo el día de capa caída! Y te lo dice otro que también tiene sus etapas de emo xD A ver si cuando vayamos al karaoke, esta vez sí que sí, te dejas tu "alma" en casa, a la Psico-Visceral, y sacas a paseo sólo a la Amapola. Cuidate! :D

malena dijo...

Ay! Me has hecho reir... Qué hermoso palabrerío incoherente pero tan lleno de coherencia al fin. Se entendió? Bueh, yo también soy algo así XD
besos.

LoOla dijo...

Espero que ponerte "contenta" yo también esta noche... ¿mojitos?

Besotes brujos!

Anónimo dijo...

se ve claramente en tu post...

no quieres ser una más, en nada.

y eso es muy bueno.

es lo que tiene ser una señora :-)


regalas palabras llenas de vida y fuerza. Me encantas.


MUAAAAAAAAAAAAAAAAAAA